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China prepara su ambiciosa misión a la parte más lejana de la Luna

Con un aterrizador que estudiará el Polo Sur del satélite natural de la Tierra, los científicos chinos esperan conocer la edad de uno de los cráteres que se cree más antiguos.

07 de Diciembre de 2018 | 17:01 | Redactado por Camila Díaz S., Emol
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NASA/JPL/USGS (Archivo)
BEIJING.- Este sábado, China espera realizar el lanzamiento del cohete que llevará el "aterrizador" de la misión Chang’e-4, una sonda que se posará en la superficie de la Luna, en su parte más alejada de lo que se conoce hasta ahora del satélite natural de la Tierra.

Con esta iniciativa, el país asiático podría sumarse a la historia aeroespacial, ya que ninguna nación ha aspirado a llegar a esta zona de la Luna hasta la fecha. China ya logró posar una sonda delicadamente ya en el pasado con la misión Chang’e-3 para estudiar este cuerpo rocoso en 2013, logrando así -junto a Estados Unidos y Rusia- entrar en la historia mundial.

La complejidad de una misión de este tipo recae un poco en la dependencia de la visión para las comunicaciones que aún existen en la industria aeroespacial. Durante todas las misiones que se han realizado hacia la Luna (incluidas las Apollo de la NASA), sólo se ha alunizado en la parte visible y nunca se ha ido a la otra mitad que permanece en penumbras -y desconocida- para los habitantes de la Tierra.

Esto ocurre porque el giro que realiza en su propio eje se efectúa casi con la misma velocidad que tarda en rodear a la Tierra, por lo que nosotros sólo podemos conocer la misma "cara" del satélite sin importar la posición geográfica en que nos encontremos.

También por un tema comunicacional, las misiones se han mantenido en la parte iluminada (por el Sol) de la Luna, ya que tiene una línea directa con la Tierra que permite controlar las sondas y conversar con los astronautas durante los años 60 y 70 en que la NASA llegó a su superficie.

Ahora, lo que quiere realizar China requiere de muchos más instrumentos. Inicialmente, se necesita un orbitador que permita mantener contacto con el aterrizador que llegue a la zona más en penumbra de la Luna y el centro de control en la Tierra. Para esto, la agencia espacial china envió un satélite llamado Queqiao que permitirá estas conversaciones.

El objetivo de esta compleja misión es el estudio del Polo Sur y el cráter Aitken que se encuentra en esa zona de la Luna. Este cráter ha llamado la atención de los científicos durante décadas con su diámetro de 2.494 kilómetros y una profundidad de 12 kilómetros.

Estudiar esta zona, de acuerdo a los astrónomos, podría entregarnos interesantes detalles sobre la historia y formación del Sistema Solar, así como lo que ocurrió en el pasado en nuestro vecindario de la Vía Láctea, ya que este cráter es uno de los que se cree más antiguos de la Luna.

Lamentablemente, este aterrizador no tiene planes de volver a la Tierra, por lo que las investigaciones que realice en la Luna no podrán ser comprobadas completamente en nuestro planeta.
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