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SANTIAGO.- A las 11:16 de la mañana el doctor en Biología Celular,
Andrés Couve Correa, se paró frente al Presidente Sebastián Piñera para firmar un nombramiento que se esperaba hace meses, incluso años. Su elección, como el primer secretario de esta cartera, accionaría la puesta en marcha del
Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación.
Ya con la piocha de la bandera chilena al costado izquierdo de su traje, el profesor titular de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile prometió encabezar la nueva rama gubernamental que tempranamente tuvo entre cejas. Y es que antes de cumplir sus 50 años, Couve participó de todas las comisiones del Senado donde se discutió su creación e incluso se atrevió a proponer indicaciones que harían de la cartera un canal para promover “la incorporación de la investigación al imaginario del país”.
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Si es que el ministerio va a ser un púlpito para que los científicos hablen desde un altar, yo me opongo”, aseveró enfáticamente a Qué Pasa en mayo de este año. Y es que su presencia y experiencia en el área se ha dado al interior de los laboratorios, especialmente en los ubicados en avenida Independencia, donde se emplaza el
Instituto de Neurociencia Biomédica (BNI) que dirige desde 2011.
Ahí llegó tras años de carrera, al titularse en 1991 como licenciado en Ciencias de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Currículum que nutriría en 1997 con su doctorado en el Mount Sinai School of Medicine de Nueva York, y con su postdoctorado del University College of London en 2003.
Su productividad, específicamente, se manifiesta en las 196 publicaciones ISI que ha realizado el BNI con impacto promedio de 7,52 y cuatro patentes en Biomedicina. Es en éste lugar donde pudo liderar a 120 investigadores en formación, de los cuales 22 fueron reconocidos con premios por su contribución científica. En esta unidad “sus miembros no sólo trabajaban por el desarrollo de nuevo conocimiento sino que además. Y muy activamente, en difundir la ciencia entre escolares y la comunidad nacional”.
El empresariado también lo ha tenido en vista y no sólo por integrar los directorios del Grupo de innovación de la Sociedad de Fomento Fabril o la Fundación Puerto de Ideas, sino por haberse hecho merecedor del primer Premio Andrés Concha Rodríguez que entrega la Sofofa. “Se ha transformado en una de las voces actuales más importantes en el mundo científico”, adelantaba ya en octubre del año pasado el presidente del organismo, Bernardo Larraín.
Y es que el BNI no es el único lugar donde mostraría su desplante, también entre 2015 y 2017 presidió la Sociedad de Biología Celular de Chile, donde previamente se desempeñó en otras funciones como secretario y vicepresidente. Lugar al que acudía paralelamente mientras integraba la Comisión Presidencial de Ciencia para el Desarrollo.
“Deberá ser un equipo político a nivel ministerial con dos labores”, detallaba Couve al medio independiente SciDev.Net, perteneciente al Centro para la Biociencia Agrícola Internacional. “Plantear esta visión de hacia dónde vamos y para qué hacemos ciencia; y, a través de eso, inspirar al gobierno y al resto de la sociedad a que nos sintamos comprometidos con este proyecto país”. El Ministerio de Ciencia que desde hoy lidera.