BARCELONA.- Si de teléfonos se trata, el Mobile World Congress (MWC) es la oportunidad perfecta para ver, probar y entretenerse con cada pequeño detalle de esta industria. Entre los reyes de esta versión destaca un teléfono que se adelantó a la feria y fue presentado el 20 de febrero al otro lado del mundo, estamos hablando del Samsung Galaxy S10+, un dispositivo que tuvimos la oportunidad de conocerlo en profundidad antes de su llegada al mercado.
Durante un día completo llevamos al máximo su desempeño y probamos todas las características que fueron presentadas en San Francisco, Estados Unidos. Este teléfono es el que llega en el décimo aniversario de la línea Galaxy, en un año en que la compañía también cumple medio siglo de productos.
En 2017 Samsung sorprendió con un nuevo concepto en las pantallas de sus teléfonos cuando lanzó su Galaxy S8 con lo que entonces denominaron “Inifinity Display” por la reducción de los bordes para insertar una pantalla más amplia. Este año llega un nuevo cambio con su propia versión de un “notch” que aunque la empresa asegura que no lo es, efectivamente las cámaras frontales se llevan una superficie mínima de la pantalla en su esquina superior derecha.
A esto lo llamaron “
Infinity O-Display” y si bien es un diseño al que no estamos acostumbrados, son pocos los minutos que toman para olvidar por completo que la esquina donde suele estar la información de la batería hay un negro que, en el caso del teléfono que tuvimos en nuestras manos, acoge los dos lentes (de 10 y 8 megapixeles) de la cámara frontal.
Pero si de la pantalla se trata, lo que más destaca en este dispositivo es la decisión de la compañía surcoreana de acercarse mucho más a la experiencia que entregan los Galaxy Note, con una versión mucho más cuadrada y con los bordes redondeados mucho menos marcados que sus antecesores. Además de entregar una mejor experiencia en el uso, esta pantalla AMOLED de 6,4 pulgadas le da al Galaxy S10+ una estilización mayor y una gran comodidad para revisar redes sociales, navegar en internet y escribir durante un periodo extenso.
La calidad deja de estar en cuestión con una resolución de 1.440 x 3.040 pixeles, y sólo basta de un tiempo reducido para acostumbrarse a su proporción de 19:9, que da un teléfono más angosto que la oferta de la competencia.
Otra de las cosas que requiere acostumbrarse es el lector de huella que en esta oportunidad Samsung decidió ponerlo en la parte frontal del teléfono, pero debajo de la pantalla con una tecnología ultrasónica que, a diferencia de las versiones anteriores de seguridad biométrica, cuenta con un lector 3D para dar una mayor seguridad.
La diferencia que se siente aquí es que
no existe una superficie física identificable a la vista o al tacto para desbloquear el dispositivo cuando su pantalla está apagada, por lo que las primeras veces es una suerte de adivinar o achuntarle a la zona en que está el lector, pero al cabo de unas horas de utilizar el teléfono la memoria muscular comienza a hacer efecto y el pulgar se va directo a la zona indicada. Claro que no se trata de una ciencia exacta y más de una vez el error se repite.
En el lanzamiento de este teléfono Samsung presentó cinco dispositivos distintos: Un plegable, una versión lista para las redes móviles 5G y los tres smartphones dentro de la línea Galaxy S. Este, el 10+, es el de mayores prestaciones, con más cámaras, más pantalla y -en comparación con el S10e- mejor procesador.
Esto hace que en las primeras horas de manipulación el usuario se normalice a una fluidez que sistema que le entrega Android Pie. Y aquí hay otro punto que algunos clientes del sistema operativo de Google pueden encontrar difícil de manipular. El Galaxy S10+ ofrece la modalidad de utilizar una barra de navegación -con botones digitales para retroceder, ir al inicio y abrir el administrador de tareas- o entrar al mundo de los gestos.
Si se opta por la última -como decidimos hacerlo en esta oportunidad- cada función está en el mismo lugar de siempre, pero se activa deslizando el dedo desde la parte inferior del teléfono hacia arriba. Confuso cuando se está en la pantalla de inicio, ya que si se desliza desde la parte más baja se “presiona” el botón de inicio, pero si se hace desde un poco más arriba se abre el menú de aplicaciones.
En fotografía el S10+ tiene poco que envidiarle a la competencia, con
su cámara principal compuesta por tres lentes -uno wide de 12 megapixeles, un telefoto de 12 megapixeles y un ultrawide de 16 megaxipeles- se logran fotografías con una buena adaptación a las condiciones ambientales, incluso en fotografías durante la noche.
$899.990costará el dispositivo
Además,
el telefóno permite grabar videos en 4K tanto con la cámara principal como con la frontal, por lo que la calidad de imagen no queda en cuestión en este dispositivo. Otra de las funciones que vale la pena destacar es la creación de GIFs al mantener pulsado el obturador, un formato que las redes sociales se han encargado de popularizar en el último tiempo.
Con todo esto, el teléfono se catapulta como una de las estrellas de este año. Para aquellos que quieran tenerlo entre sus manos, Samsung Chile ha informado que estará disponible en el país desde el 14 de marzo y el proceso de preventa ya está disponible en la misma empresa y también con algunos operadores en el país a un valor de $899.990 y en tres opciones de colores: blanco prisma, negro prisma y verde prisma.
La diferencia que se siente aquí es que no existe una superficie física identificable a la vista o al tacto para desbloquear el dispositivo cuando su pantalla está apagada, por lo que las primeras veces es una suerte de adivinar o achuntarle a la zona en que está el lector, pero al cabo de unas horas de utilizar el teléfono la memoria muscular comienza a hacer efecto y el pulgar se va directo a la zona indicada. Claro que no se trata de una ciencia exacta y más de una vez el error se repite. 
