NASA (Archivo/Imagen referencial)
Esta semana científicos de la Agencia Espacial de Europa (ESA, por sus siglas en inglés) sorprendieron tras revelar que en Marte existe una fuente de metano, un gas que usualmente es relacionado con la vida. Ante esta posibilidad de movimiento en el planeta rojo, más datos han salido de la investigación, entre ellos la posible ubicación de esta fuente de metano.
Para llegar a esta determinación, los científicos debieron utilizar no sólo los datos entregados por el satélite Mars Express, del ESO, y parte de la información recolectada por el rover de la NASA Curiosity que ya en 2013 había informado de posible presencia de este gas en el planeta, pero sus datos no eran tan confiables como para asegurar la presencia.
Cruzando esta información, los investigadores cerraron la posible área de una fuente subterránea en el Cráter Gale, una de las localidades cercanas a las rutas que ha trazado el robot de la NASA.
De acuerdo a los expertos, es muy probable que esta fuente -que emite entre de 39 y 54 toneladas de metano hacia la atmósfera marciana- tenga un origen subterráneo. Aunque aún no se ha logrado recolectar más información sobre esto o que realmente tenga alguna relación con organismos vivos en la superficie marciana.
Este dato entrega un nuevo aspecto de Marte, uno que ciertamente los científicos han intentado descifrar que es el interior del planeta rojo, ya que hasta ahora sólo se ha estudiado su superficie -y atmósfera-, siendo la sonda InSight de la NASA la primera con reales intenciones de perforar en su interior con una profundidad suficiente para lograr obtener más información. Sin embargo, el robot ha enfrentado algunos problemas en sus primeros meses de trabajo.