El Mercurio (Archivo/Referencial)
La amenaza de que un asteroide impacte con la Tierra no sólo ha llegado a las películas de ciencia ficción, sino que se ha mantenido como una posible amenaza al planeta durante muchos años. Tanto es así, que en la versión de este año de la Conferencia de Defensa Planetaria que se realizará la próxima semana, la NASA y otras agencias de Estados Unidos han organizado un "ejercicio" para dar respuesta a una potencial emergencia de este tipo.
Así, durante cinco días, los asistentes serán parte de una simulación en que se detecte un impacto de un NEO (sigla en inglés de objeto cercano a la Tierra) que será organizada por el centro de Estudios de NEO (CNEOS) del Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la NASA.
La simulación contemplará la alerta y los posteriores informes de un asteroide acercándose a la Tierra para evaluar cómo actuarían los actores involucrados en la situación y la identificación de los problemas para lograr una respuesta exitosa.
El escenario comienza con la premisa ficticia de que el 26 de marzo los astrónomos "descubrieron" un NEO que consideran potencialmente peligroso para la Tierra.
Después de unos "pocos meses" de seguimiento, los observadores predicen que este NEO (denominado 2019 PDC) presenta una probabilidad de 1 en 100 de impacto con la Tierra en 2027. Esto porque las normativas internacionales actuales establecen que una probabilidad de impacto de 1 en 100 es el umbral para la acción.
Los participantes en este ejercicio discutirán los posibles preparativos para las misiones de reconocimiento y deflexión de asteroides y la planificación para mitigar los efectos de un impacto potencial.
