Cuando en febrero de este año Samsung decidió mostrar oficialmente su teléfono plegable, el Galaxy Fold, no aventuró los problemas que podía tener la novedosa pantalla de este dispositivo. Complicaciones que comenzaron el mes pasado, con las unidades de prueba que fueron entregadas, y que dio paso a aplazar su lanzamiento para ahora terminar con las preventas realizadas.
El equipo tiene una pantalla frontal de 4,3 pulgadas y una principal -en el interior del teléfono- de 7,3 pulgadas, y vivió su primera prueba de fuego cuando la compañía decidió entregar algunos dispositivos a reporteros para que lo probaran antes de su llegada al mercado, algo que aún no tiene fecha.
En estos días de prueba los errores se acumularon, algunos por problemas con la pantalla principal que dejó de funcionar correctamente y otros porque se retiró un plástico protector del dispositivo que, apuntan los expertos, nunca se les informó debían mantener en su sitio.
Así, esta semana Samsung ha confirmado que aquellos usuarios que adquirieron el teléfono en opción de preventa tienen hasta el 31 de mayo para informar que aún desean recibir el teléfonos inteligentes, con un valor cercano a los dos mil dólares, mientras que aquellos que no tomen acción, no tendrán el Galaxy Fold en sus manos.
La información fue entregada directamente a los usuarios a través de un correo electrónico en el que detallan que aún no tienen claridad sobre la fecha de envío de los equipos, ya que se encuentran realizando mejoras que eviten los problemas que se han presentado en las unidades de prueba.
En esta misiva, explican que las unidades que no sean enviadas antes de fin de mes, o los usuarios que no contacten a la firma prontamente verán sus preventas canceladas.
Esta situación recuerda a la vivida por la firma en septiembre de 2017 cuando, en los primeros meses de venta, el Galaxy Note 7 debió ser retirado en todo el mundo por problemas con su batería.
El dispositivo fue catalogado como peligro de explosión al nivel de ser prohibido en vuelos comerciales, esto porque su batería estallaba sin aviso, un accidente que se repitió en muchos equipos.
Así, Samsung debió cancelar la este modelo y solicitar de regreso más de 2,5 millones de unidades.
