El próximo telescopio espacial de la NASA ya tiene fija una de sus primeras misiones, el instrumento que despegará de la Tierra dentro de dos años se dedicará a observar Saturno y sus anillos, así como la familia de lunas que orbitan a este gigante del Sistema Solar en el marco de un programa para conocer mejor a los planetas cercanos a la Tierra.
"El propósito de este programa es demostrar las capacidades de Webb para las observaciones del Sistema Solar, incluida la observación de objetos brillantes, el seguimiento de objetos en movimiento y la detección de objetivos débiles junto a los brillantes", explicó en un comunicado Heidi Hammel, científico interdisciplinario de Webb.
Tras el fin de la misión Cassini de la NASA, que terminó estrellándose contra Saturno en 2017 con más de una década de investigación sobre este planeta, el nuevo telescopio continuará el estudio que permitirá ampliar el conocimiento actual sobre el ciclo estacional.
"Estas observaciones nos darán un análisis completo del sistema de Saturno para ver qué ha cambiado, para ver cómo han evolucionado las estaciones desde los últimos destellos de Cassini y para aprovechar las capacidades que Webb tiene que Cassini nunca hizo", explica Leigh Fletcher de la Universidad de Leicester, Inglaterra, investigador principal del programa.
Uno de los puntos a estudiar serán los fenómenos que permitieron la tormenta que se generó a finales de 2010 y que para febrero de 2011 ya había logrado rodear completamente el planeta. También se estudiarán sus lunas, especialmente Titán que en el último tiempo ha entregado luces de ser un cuerpo celeste con posibilidades de albergar condiciones aptas para la vida tal como la conocemos.