En 1969 la NASA desarrolló avances tecnológicos necesarios para posicionar por primera vez en la historia al ser humano en la superficie lunar. Hoy, muchos de ellos forman parte de la vida cotidiana.
La agencia espacial estadounidense realizó una recopilación de las tecnologías de la misión Apolo que todavía están en uno a 50 años del primer alunizaje en la Luna. Entre ellas se encuentran el implemento de controles de vuelo digitales, mantas de supervivencia e incluso formas de mantener alimentos en buen estado.
Muchas de las tecnologías desarrolladas por la NASA se extendieron para uso comercial y público. De esta manera, se espera que las próximas innovaciones de la misión Artemisa, que busca regresar a la Luna en 2024, también puedan adquirir un uso más amplio.
Control de vuelo digital
De acuerdo a lo detallado por la agencia espacial, cuando se inició el programa Apolo, los pilotos controlaban los aviones de forma mecánica, es decir, con cables y varillas que conectaban sus instrumentos a las superficies de control de la aeronave, como los flaps de ala y timones de la cola, así se direccionaba de la nave.
Para guiar el vuelo con mayor precisión, y eliminar el error humano, la NASA se asoció con Draper Laboratorios para construir un sistema de guía por computador. Según lo indicado por la agencia, "el sistema de guía, navegación y control primario de Apolo convirtió las entradas de los pilotos en señales eléctricas y las transmitió a un computador de guía de Apolo, junto con la información de varios sensores”.
Hoy en día esta tecnología es utilizada en aviones y en automóviles, donde es fundamental para el uso de frenos antibloqueos, control de velocidad crucero y sistemas de control de estabilidad electrónica.
Mantas espaciales
Se inventaron para los trajes espaciales de la era Apolo, pero hoy en día son utilizadas en emergencias y maratones. Las "mantas espaciales", o isotérmicas, son varias hojas metalizadas de mylar liviano y generan un aislamiento reflectivo, el que es mucho más efectivo.
El material es utilizado en "casi todas las naves espaciales y trajes de la NASA", y además está presente en prendas de vestir, materiales contra incendio usados por bomberos, aislamiento de edificaciones, en máquinas de resonancia magnética y en el almacenamiento criogénico (a bajas temperaturas).
Seguridad en alimentos
La necesidad de la NASA para asegurar que los alimentos que los astronautas llevaban en sus misiones estuvieran libres de microbios, los llevó a desarrollar una tecnología que permitiera controlar la calidad de los alimentos preenvasados. La compañía espacial se asoció con la empresa de alimentos Pillsbury, quienes desarrollaron un sistema para controlar todo el proceso de producción. El método se denominó Análisis de Peligros y Puntos de Control Crítico (HACCP) y se implementó en las primeras misiones a la Luna.
Otros desarrollos
Dentro de las muchas tecnologías implementadas en el programa Apolo se encuentran amortiguadores de fluidos que el día de hoy protegen a edificios y puentes contra terremotos. Además, se desarrollaron las primeras baterías recargables para audífonos utilizando como inspiración las baterías que utilizó el módulo de mando que fue a la Luna, que eran de plata-zinc.
De acuerdo a lo indicado por la NASA en su sitio web, la tecnología creada para la próxima misión Artemisa, la cual espera llegar a la Luna en 2024, "sin duda encontrará aplicaciones secundarias en la Tierra". Además indicaron que los cohetes, las cápsulas y las naves que transportarán a los astronautas van a ser pruebas para poder enviar humanos a Marte.