El amarterizador InSight de la NASA llegó a Marte en noviembre del año pasado y sólo tres meses después presentó uno de los mayores problemas para la misión: Su taladro no estaba operando de acuerdo a lo planeado en la Tierra. Una de las tareas de este robot es cavar el agujero más profundo que se ha hecho en el planeta rojo para analizar su composición de una forma que hasta ahora no se ha podido.
El problema ocurrió cuando el taladro de esta sonda no fue capaz de superar los 30 centímetros. Una situación mayor si se considera que la NASA y el Centro Aeroespacial Alemán (DLR) lo construyeron para hacer un agujero de hasta cinco metros.
Tras varios intentos sin éxito, los científicos en la Tierra le ordenaron al InSight que detuviera su trabajo para analizar un nuevo acercamiento la misión ya que el "topo", como se le apoda a la herramienta, se mantuviese atascado. Fue en julio cuando desde la NASA enviaron la instrucción de retirar la estructura que mantiene bloqueado el taladro en el suelo marciano.
Sobre la base de las pruebas de DLR, que diseñó el instrumento, el suelo puede no proporcionar el tipo de fricción para la que se diseñó el taladro. Sin fricción para equilibrar el retroceso del movimiento de auto martillado, el "topo" simplemente rebotaría en lugar de cavar.
Así, se llegó a la idea de colapsar el foso del agujero y facilitar la fricción necesaria, para esto el InSight está utilizando otra de sus herramientas, una pequeña pala en el extremo del brazo robótico. Sin embargo, según se aprecia en unas imágenes compartidas a través de la cuenta de Twitter de la sonda, el amarterizador está teniendo problemas con hacer que el suelo ceda.
Otro problema que se suma a esto es que la NASA deberá esperar un par de semanas para intentar otra forma de "rescatar" el taladro del robot, ya que se perderá el contacto con las sondas en Marte a causa de la conjunción solar.
Crédito: @NASAInSight