Un grupo de investigadores del Scripps Research Institute (TSRI), en Estados Unidos, ha identificado un brote oculto del virus zika en Cuba, lo que les ha permitido desarrollar un marco para entender de una forma más global cómo se propagan estos gérmenes.
El estudio, publicado en la revista Cell, se ha desarrollado superponiendo patrones de viaje aéreos con secuenciación genómica de muestras de virus de viajeros infectados.
En este sentido, descubrieron que un número de viajeros provenientes del Caribe estaban contrayendo el virus, por lo que estimaron la prevalencia local a través de muestras de sangre de pasajeros infectados. Así, utilizaron la secuenciación genómica para reconstruir la ascendencia del virus y la dinámica del brote.
Además, elaboraron un árbol familiar para conocer las raíces del virus, y encontraron que este se había dado en Cuba un año más tarde que en el Caribe, lo que ponía de relieve la existencia de un brote que había pasado desapercibido. Por otra parte, también se examinaron los horarios de viaje de las aerolíneas, los patrones de vuelo y los destinos de los cruceros.
De esta forma, Sharada Saraf, coautora del estudio, ha reclamado que las organizaciones de salud pública y los laboratorios académicos deben intensificar sus prácticas de intercambio de información, ya que eso unido a las mejoras tecnológicas de detección y una mayor financiación para actividades de vigilancia podrían ayudar a evitar futuros brotes.
Entre algunas de las principales causas del aumento de mosquitos y otros animales que propagan enfermedades infecciosas se encuentran el cambio climático y la expansión de la población humana. Así, el equipo ha puesto de relieve que combinar la vigilancia de los viajes con la epidemiología genómica "es una técnica que se puede aplicar a muchos países que pueden no tener la capacidad de detectar este tipo de enfermedades".