JPL/Caltech/NASA (Imagen referencial)
Los investigadores han observado, por primera vez, la velocidad acelerada a la que ocho cuásares consumen combustible interestelar para alimentar sus agujeros negros, según explica un trabajo publicado esta semana en la revista Nature.
Los cuásares son los puntos más brillantes del Universo, con magnitudes más luminosas que galaxias enteras y las estrellas que contienen. En el centro de esta luz, en el corazón de un quásar, los investigadores piensan que hay un agujero negro que lo consume todo.
"Se cree que los cuásares están alimentados por un disco de acreción alrededor del agujero negro central", explica Hongyan Zhou, autor del artículo y miembro de la Universidad de Ciencia y Tecnología de China.
Un disco de acreción es una masa de material en espiral centrada alrededor de una fuente monumental de material interestelar que consume gravedad, lo que los investigadores creen que es un agujero negro. Al igual que el agua se vacía de una bañera, el material gira mucho más rápido cuanto más se acerca al desagüe.
"Creemos que este paradigma de agujeros negros en el centro de los quásares es exacto, pero las preguntas fundamentales siguen sin respuesta: ¿el disco de acreción está alimentado con masa externa? Si es así, ¿cómo?", se cuestiona Zhou.
El gas interestelar no se puede observar directamente, ya que su firma de radiación está matizada por el brillo del disco de acreción. En cambio, los investigadores analizan el gas que cae en el disco de acreción que puede pasar a través de su línea de visión. El gas produce una especie de eclipse entre la Tierra y el disco de acreción, proyectando líneas en el espectro de radiación del disco.
Los investigadores utilizaron el efecto Doppler para medir estas líneas y observar la velocidad de la alimentación de gas en el disco, hacia el agujero negro.
Zhou y su equipo midieron velocidades de 5 mil kilómetros por segundo. "Una velocidad tan alta sólo puede ser acelerada por la fuerte gravedad del agujero negro central. Es comparable a una lluvia de meteoritos que cuanto más se acercan las rocas al suelo, más rápido caen".
En los cuásares que observó Zhou, los discos de acreción recibían una masa externa que caía rápidamente desde el espacio circundante, y los discos mismos crean entradas al agujero negro.
Ahora, Zhou y su equipo planean investigar exactamente cómo estos objetos celestes del cuásar organizan y diferencian la masa externa de los discos de acreción a las entradas de combustible. Según Zhou, el esclarecimiento de este proceso podría informar mejor la comprensión de cómo se forman los cuásares, cuánto duran, cuándo y cómo terminan.