"Sabemos que están allí, que tenemos una gran diversidad microbiana, pero realmente no sabemos cuáles son sus efectos ni su potencial. Realmente hay todo un universo microbiano por descubrir en el desierto de Atacama".
Son las palabras de la ecóloga microbiana e investigadora titular del Centro de Biotecnología y Bioingeniería de la U. de Chile (CeBiB), Cristina Dorador, quien lleva más de 15 años estudiando los salares de la región y hoy se encuentra frente a un nuevo descubrimiento que los científicos empiezan a estudiar: las 46 nuevas moléculas de la bacteria Atacama, con propiedades que ellos mismos consideran "valiosísimas".
Se trata de un microorganismo que desarrolló características antibióticas, antivirales y anticancerígenas debido a la aridez extrema, las altas y bajas temperaturas, la altitud, acidez y salinidad de la zona, e incluso los pocos nutrientes presentes en los ecosistemas. El mecanismo funciona a través de la secreción de compuestos químicos orgánicos que los investigadores intentan sintetizar.
Según explica a El Mercurio de Calama el doctor en Ingeniería Química y Biotecnología e integrante del CeBiB, Carlos Cortés, el interés por estudiar los microorganismos de la zona deviene de una situación mundial: el aumento de la resistencia antibiótica, como es el caso del estafilococo meticilino resistente y todos los patógenos clínicos que han evolucionando, volviéndose resistentes a los antibióticos actuales.
Por ello, la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, por sus iniciales en inglés) y la Organización Mundial de la Salus (OMS) instaron a todos los investigadores a buscar soluciones, generando fondos para la búsqueda de nuevos antibióticos con aplicaciones en medicina.
En Atacama, la mirada de los investigadores se ha centrado en una clase particular de microorganismo denominado actinobacteria.
Las especies del desierto
"Estos microorganismos se caracterizan por producir estos metabolismos secundarios, ya que han sido beneficiados de forma evolutiva", explica Cortés. "Tienen una capacidad de responder a los estímulos del medio ambiente y su forma de defenderse es secretar estas moléculas químicas, tanto para comunicarse como por competencia por los nutrientes".
En ciertos ecosistemas, como el desierto de Atacama, los nutrientes son muy bajos. Por eso utilizan secreciones para soportar las condiciones físico-químicas duras: alta radiación ultravioleta y alta salinidad, entre otras condiciones hostiles. "Generan estas moléculas como un mecanismo de respuesta al estrés al que están sometidos", asegura Cortés.
"Sabemos que están allí, que tenemos una gran diversidad microbiana, pero realmente no sabemos cuáles son sus efectos ni su potencial. Realmente hay todo un universo microbiano por descubrir en el desierto de Atacama"
Cristina Dorador
Las investigaciones en la zona ya han tenido algunos resultados: en 2008 los científicos aislaron un péptido llamado chaxapéptina, descubierto en la laguna de Chaxa. Se trata de una especie bacteria de streptomyces nueva, llamada steptomyces leeuwenhoekii.
"Esta nueva especie fue caracterizada y se descubrió escaneando su genoma que poesía una ruta de biosíntesis para esta molécula. Posteriormente este péptido logró ser purificado y probado frente a líneas celulares cancerígenas de pulmón y generando una alta citotixicidad", dice Cortés.
El péptido, explica el académico de la U. de Antofagasta, tiene grandes posibilidades de ser utilizado como un compuesto anticancerígeno de cáncer de pulmón. Otros usos para los microorganismos que se estudian en el desierto, explica por su parte Dorador, podrían ir en beneficio de las plantas que deben crecer en malas condiciones y para la industria cosmética, debido a su alta tolerancia a la radiación ultravioleta.
La investigadora advierte que el patrimonio microbiológico se ve en riesgo producto de la extracción de litio y el bombeo sostenido de salmueras en la zona, porque esas actividades cambian de manera drástica la temperatura de los ecosistemas o pueden incluso secar los acuíferos, pudiendo causar la desaparición de algunos organismos para siempre.