Pasadas las 22:00 horas de ayer miércoles los habitantes de Dalcahue, ubicado en la costa oriente de la isla de Chiloé, avistaron en el cielo un objeto cayendo desde el espacio envuelto en una estela de fuego. Tras esto, un reporte indicaba la concurrencia de personal de Bomberos y Carabineros a una alerta de incendio. A pesar de que muchas personas asociaron los dos eventos, es poco probable que tengan relación.
"Es poco probable eso de los incendios asociados, a no ser que haya sido un impacto, es decir, cuando no se desacelera producto de la atmósfera y llega con una velocidad supersónica al suelo", explicó Millarca Valenzuela, académica del Departamento de Ciencia Geológica de la Universidad Católica del Norte e investigadora del Instituto Milenio de Astrofísica (MAS), a Emol.
El proceso por el que pasa un bólido -ya sea una roca espacial o basura que cae- consiste en un proceso de distintos niveles. "El meteorito tiene esta estela, que es el evento lumínico, que ocurre desde los 100 kilómetros sobre la superficie de la Tierra y se apaga cerca de cuando alcanza los 30 kilómetros", continuó Valenzuela.
"La siguiente etapa es como un 'vuelo a oscuras' porque ya no va quemándose y la temperatura a la cual estaba en esa rápida entrada -que dura sólo un par de minutos- vuelve. Hay que considerar que la roca venía del cero absoluto del espacio y pasa por la atmósfera, que es mucho más densa y genera este efecto de luz, sonido y explosiones. Pero en general cae y cae frío", agregó.
¿Son los incendios productos de este bólido?
"Todavía no está claro qué es lo que pasó. Yo sé que alguien vio algo y no estoy segura de si esos incendios tienen que ver con esa caída o es una coincidencia. Me quedan muchas dudas", respondió la científica líder del proyecto Chacana (Chilean Allsky Camera Network for Astro-geosciences) ante la relación entre los dos eventos.
"Alrededor de las 23 horas concurrió personal del segundo patrullaje a ver una quema de pastizales ahí en el pasaje La Piedra Interior, en la comuna de Dalcahue", explicó el Teniente de Carabineros Edgard Reyes Torres de Dalcahue, sobre la situación ocurrida en la localidad a Emol. "Fueron hacia allá, con personal de Bomberos, y al llegar al lugar no había ningún foco de incendio, no había nada. Solamente al ingresar a un predio particular había signos de arbustos carbonizados que ya no estaban en combustión".
"Se desconoce [el origen del evento], porque a fin de cuentas no hubo ningún procedimiento policial. Fueron pequeños focos de incendio, presuntamente, porque ya estaban apagados cuando se llegó allá", puntualizó el uniformado, quien además detalló que "personal de Sernageomin y Onemi va a visitar el lugar a ver qué encuentran ellos en su rastreo o peritaje".
Pero generar incendios es poco probable, "a no ser que sea muy rápido este proceso y quede un poco de material, porque hay que recordar que lo que se enciende es sólo un milímetro o menos de la superficie del meteorito. El meteorito en sí está helado".
"Hay que investigar qué fue lo que vieron y si están relacionados los incendios con lo que vieron. Lo que yo creo es que es poco probable [una conexión], a no ser que haya sido un impacto propiamente tal, pero para que haya sido un impacto ya estamos hablando de una roca sobre los 20 metros de diámetro pre atmosférico", enfatizó Valenzuela.
Sobre las posibilidades de encontrar fragmentos de esta roca, la científica nacional aclaró que "lo más posible [es que no se encuentre nada]. Sobre todo si se trata de una isla y el material puede caer al mar". Pero recuerdó que en febrero de este año, "un evento similar ocurrió en Cuba en el que sí se recuperaron meteoritos y hubo un estallido sónico que asustó a mucha gente, se registraron avistamientos del bólidos y lluvia de piedras. Pero no hubo ningún incendio".
30 kmantes de llegar a la superficie los meteoritos se "apagan" y caen fríos a la Tierra
Por su parte, el meteorito de Chelyabinsk, en Rusia, que ingresó en 2013 era "una roca que tenía entre 17 y 20 metros de diámetro cuando entró a la atmósfera, y que -gracias a que tenemos esta atmósfera- se fragmentó, provocó explosiones y eso fue lo que la gente que lo vio, y que generó una explosión sónica que llegó a la superficie".
"En los meteoritos de estos tamaños cercanos a los 20 metros de diámetro, la atmósfera es lo suficientemente eficaz y finalmente va a generar cosas como Chelyabinsk, que va a desacelerar al meteorito, va a impactar la roca sin destruirla, pero no va a generar cráteres", finalizó.
La necesidad de una red de monitoreo
Ante las dudas que genera este evento, Millarca Valenzuela destacó la importancia de mantener una red de monitoreo constante en el territorio nacional que permita conocer, con certeza, dónde y qué ingresa a la Tierra y cae dentro del país.
"Yo llevo la batalla de tener una red monitoreos de bólidos con cámaras con las que sabemos exactamente cuando algo pasa por el cielo y permiten hacer cálculos, luego ir a ver si quedó material de lo que quedó como bólido", comentó la científica.
El proyecto Chacana (Chilean Allsky Camera Network for Astro-geosciences), que es liderado por ella, busca la instalación de cámaras ubicadas aproximadamente a 100 kilómetros unas de otras y operan mediante un software que discrimina las imágenes capturadas para concentrarse sólo en los meteoritos.
"Acá en Chile no tenemos todavía un registro de meteoritos caídos, que son que la gente los ve y los podemos ir a recoger, que tienen un valor muy grande para la ciencia porque no están afectados por la Tierra aún. Sería una gran cosa para la ciencia chilena tener un fragmento de una roca que llegó hace poco del espacio", comentó.
A pesar del trabajo que Valenzuela hace junto a otros científicos, aún no existe una red nacional de monitoreo. "Si la red ya estuviese funcionando podríamos decir qué cayó y hacia donde cayó", lamentó ante el actual evento registrado en Chiloé.
