Las emisiones de carbono de la humanidad a través de la quema de combustibles fósiles y bosques son entre 40 y 100 veces mayores que todas las emisiones volcánicas en los últimos cien años, así lo estipula un nuevo análisis realizado por científicos del Deep Carbon Observatory en un documento publicado esta semana.
De acuerdo con este informe, dos décimas partes del 1% del carbono total de la Tierra, alrededor de 43.500 gigatoneladas (Gt), se encuentran sobre la superficie en los océanos, sobre tierra firme y en la atmósfera. El resto es subsuperficial, incluida la corteza, el manto y el núcleo, un estimado de 1.850 millones de Gt en total.
El CO2 emitido a la atmósfera y a los océanos desde los volcanes y otras regiones activas se estima en 280 a 360 millones de toneladas (0,28 a 0,36 Gt) por año, incluida la liberada en los océanos.
El ciclo profundo del carbono en la Tierra a través del tiempo revela una estabilidad equilibrada a largo plazo del CO2 atmosférico, interrumpido por grandes perturbaciones, incluidas inmensas y catastróficas liberaciones de magma que ocurrieron al menos cinco veces en los últimos 500 millones de años. Durante estos eventos se desgasificaron grandes volúmenes de carbono, lo que condujo a una atmósfera más cálida, océanos acidificados y extinciones masivas.
De manera similar, un impacto de meteorito gigante hace 66 millones de años, el evento Chicxulub en la península de Yucatán en México, liberó entre 425 y 1.400 Gt de CO2, calentó rápidamente el planeta y coincidió con la extinción masiva de plantas y animales, incluyendo a los dinosaurios.
En los últimos 100 años, las emisiones de actividades antropogénicas como la quema de combustibles fósiles han sido de 40 a 100 veces mayores que las emisiones de carbono geológico de nuestro planeta, señala el informe.
La científica del Deep Carbon Observatory Marie Edmonds, de la Universidad de Cambridge, Reino Unido, explica que "el carbono, la base de toda la vida y la fuente de energía vital para la humanidad, se mueve a través de este planeta desde su manto hasta la atmósfera. Para asegurar un futuro sostenible, es de suma importancia que comprendamos todo el ciclo del carbono de la Tierra".
"La clave para desentrañar el ciclo de carbono natural del planeta es cuantificar cuánto carbono hay y dónde, cómo se mueve y cuán rápido, desde los depósitos de la Tierra Profunda a la superficie y viceversa".