Expertos convocados por la ESA para evaluar las ventajas de la hibernación humana para un viaje a un planeta vecino, como Marte, ven viable una "hoja de ruta" para que sea realidad en 20 años.
El equipo reunido en la FCD (Concurrent Design Facility) -una instalación multimedia que permite a los equipos expertos realizar evaluaciones iniciales de futuras misiones propuestas- investigó por primera vez el impacto potencial de hibernación en el diseño de misiones a nivel de sistema.
Para esto, tomaron como referencia un estudio de misión existente para enviar seis humanos a Marte y regresar en un plazo de cinco años. "Trabajamos para ajustar la arquitectura de la nave espacial, su logística, protección contra la radiación, consumo de energía y diseño general de la misión", explica Robin Biesbroek, de la FCD.
"Observamos cómo un equipo de astronautas podría ser mejor puesto en hibernación, qué hacer en caso de emergencias, cómo manejar la seguridad humana e incluso qué impacto tendría la hibernación en la psicología del equipo. Finalmente, creamos un bosquejo inicial de la arquitectura del hábitat y creamos una hoja de ruta para lograr un enfoque validado para hibernar humanos hacia Marte dentro de 20 años".
Con todo esto, el estudio encontró que la masa de la nave podría reducirse en un tercio al eliminar los cuartos de la tripulación con una reducción similar en los consumibles, equivalente a varias toneladas de masa ahorrada. La hibernación se llevaría a cabo en pequeñas cápsulas individuales que funcionarían como cabañas mientras la tripulación está despierta.
En el estudio realizado por los científicos, se especifica que la fase de crucero de hibernación terminaría con un período de recuperación de 21 días. Respecto a la exposición a la radiación de partículas de alta energía, el blindaje de los contenedores podría evitar este impacto.
"Durante un tiempo, la hibernación se ha propuesto como una herramienta innovadora para los viajes espaciales humanos", explica la líder del equipo de SciSpacE, Jennifer Ngo-Anh. "Si pudiéramos reducir la tasa metabólica básica de un astronauta en un 75%, similar a lo que podemos observar en la naturaleza con grandes animales en hibernación como ciertos osos, podríamos terminar con un ahorro sustancial de masa y costos, haciendo misiones de exploración de larga duración más factible".
Para lograr este proyecto, también es necesario desarrollar sistemas automatizados y programados con inteligencia artificial que sean capaces de mantener en funcionamiento la nave durante el tiempo que la tripulación humana se encuentre hibernando.
"Nuestro objetivo es construir sobre esto en el futuro, investigando las vías cerebrales que se activan o bloquean durante el inicio de la hibernación, comenzando con los animales y pasando a las personas", concluyen los científicos.