El cuerpo de un cachorro canino de 18 mil años, excavado en el suelo congelado de Siberia, ha desconcertado a los científicos porque las pruebas de ADN no definen si es un lobo o un perro.
Preservado por el permafrost, la nariz, el pelaje y los dientes del espécimen están notablemente intactos. Utilizando la datación por carbono en el hueso de la costilla de la criatura, los expertos del Centro de Paleogenética de Suecia pudieron confirmar que el espécimen había estado congelado durante aproximadamente 18 mil años, pero nada más.
"Normalmente es relativamente fácil notar la diferencia entre los dos", comenta David Stanton, investigador del Centro de Paleogenética. "Ya tenemos muchos datos, y con esa cantidad de datos, esperaría saber si fue uno u otro. El hecho de que no podamos sugerir que es de una población que era ancestral a ambos, a perros y lobos", explica en medio de la confusión.
Stanton detalla que el período del cachorro es "un momento muy interesante en términos de evolución de lobos y perros". "No sabemos exactamente cuándo se domesticaron los perros, pero puede haber sido de esa época. Estamos interesados en saber si se trata de un perro o un lobo, o tal vez sea algo a medio camino entre los dos", agrega.
Otras pruebas podrían proporcionar más información sobre exactamente cuándo se domesticaron los perros, señala Stanton. Se cree que los perros modernos han sido domesticados de los lobos, pero no se sabe con exactitud en qué momento ocurrió esto o de qué tipo de lobos se domesticaron. En un estudio publicado en la revista Nature Communications en 2017 se establecía que los perros modernos fueron domesticados de una sola población de lobos hace 20 mil a 40 mil años.
Por el contrario, un estudio de la Universidad de Oxford de 2016, publicado en la revista Science, sugirió que los perros fueron domesticados independientemente dos veces de los lobos grises durante la era del Paleolítico, una vez en Asia y otra en Europa.
Científicos del Centro de Paleogenética publicaron en la red social Twitter que el análisis del genoma había revelado que el cachorro era macho. Dijeron que, después de consultar con sus colegas rusos, llamarían al cachorro Dogor, que significa "amigo" en lengua yakutia. Los científicos planean ejecutar más pruebas de datos del genoma en la criatura para descubrir más sobre sus orígenes.