El próximo miércoles se presentará el Pacto Verde Europeo, una medida que propone convertir a la Unión Europea en el primer territorio neutro de carbono en 2050. Además, elevar del 40% al 55% su meta de reducción de emisiones para 2030, con respecto al nivel de 1990.
De acuerdo a dos de los vicepresidentes de la nueva Comisión Europea, el pacto, que será presentado mañana miércoles, aspira a ser una oferta "abierta" para mostrar el camino hacia la neutralidad climática que quiere seguir la UE y asegurar una transición "justa y socialmente aceptable".
Frans Timmermans, encargado precisamente del Pacto Verde Europeo, y Valdis Dombrovskis, encargado del Euro y el Diálogo Social, han intervenido este martes en la COP25 de Madrid, donde han hablado de la filosofía que guiará la propuesta del Ejecutivo comunitario ante la emergencia climática.
Sobre el Pacto Verde Europeo, Timmermans indicó que "es nuestra manera de mostrar una hoja de ruta para alcanzar la neutralidad climática como continente en 2050".
Pero "nuestra esperanza" es mostrar ese camino "de una manera abierta", como una "oferta" a que todos los niveles de gobierno "sean parte de ello y nos ayuden a hacerlo mejor", sostuvo.
Además, manifestó que el verdadero desafío es cómo dar forma al cambio de paradigma que impone la crisis climática de tal forma que "no se deje a nadie atrás".
En la instancia, mencionó que esta nueva iniciativa puede implementar un posible impuesto al carbono a los productos de terceros países que no cumplan las mismas normas ambientales que los de la UE.
Por su parte, Valdis Dombrovskis destacó la necesidad de garantizar ante todo una transición "justa y socialmente aceptable", que tenga en cuenta a los sectores y regiones más afectados.
El mandatario precisó que debe hacerse "de un modo en que se preserve nuestro modelo europeo de economía social".
El Pacto Verde Europeo se dará a conocer mañana miércoles en Bruselas, por la nueva presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Esta iniciativa propone convertir a la Unión Europea en el primer territorio neutro en emisiones de carbono en 2050 y elevar del 40 % al 55 % su meta de reducción de emisiones para 2030 con respecto al nivel de 1990.
También, contempla la creación de un Fondo de Transición Justa para ayudar a países con dependencia de energías fósiles y un plan de inversiones sostenibles.