El nadador de resistencia
Lewis Pugh, Patrón de los Océanos de la ONU, emprenderá este miércoles el
primer nado del mundo en un lago supraglacial (masa de agua ubicada sobre un glaciar) de la Antártica.
El sudafricano intentará nadar un kilómetro a través de este lago ubicado al este del continente blanco -sólo en zunga, lentes y gorra- con el objetivo de pedir la creación de una red de Áreas Marinas Protegidas a su alrededor.
65.000de estos lagos hay en la Antártica Este, según un estudio reciente de la Universidad de Durham
Sus campañas se han enfocado en la protección de más de 2,2 millones de km
2 de océano, es decir, un área mayor que la de Europa Occidental.
Es así como las condiciones extremas del lugar, que ostenta el récord de la temperatura más baja registrada en la Tierra, aseguran que éste sea el nado más difícil de la vida de Pugh. Se enfrentará a un agua justo por encima de los 0°C, a una fuerte sensación térmica y a la amenaza de que el lago se vacíe repentinamente a través de una grieta en la capa de hielo.
Para este desafío, Pugh entrenó desde el 28 de diciembre hasta el 8 de enero en las islas de la costa oeste de Escocia, un lugar clave por sus mares fríos y fuertes corrientes del Océano Atlántico, y entre el 14 y el 20 de este mes en la Antártica.
El campo de entrenamiento consistía en nadar tanto en el mar como en lagos de montaña. La temperatura del agua era de 7°C en el mar y de 4°C en los lagos. Estos baños preparatorios fueron complementados con carreras de entrenamiento a lo largo de la costa.
Los Lagos supraglaciares
Los lagos supraglaciares se forman cuando el agua de deshielo se acumula en la superficie de una capa de hielo. Sorprendentemente, un estudio reciente de la Universidad de Durham encontró más de 65.000 de estos lagos en la capa de hielo de la Antártica Este, lo que indica que el derretimiento de la superficie está más extendido de lo que se pensaba y que se produce mucho más tierra adentro y en elevaciones mucho más altas de lo que se había observado anteriormente.
De hecho, trabajos recientes en Groenlandia han demostrado que el
desarrollo de los lagos está fuertemente ligado a las temperaturas del aire y que el calentamiento climático está causando que se formen cada vez más lagos.
Esto coincide con datos recientes que muestran que la Antártica perdió la misma cantidad de hielo marino entre 2014 y 2017 que la que perdió el Ártico en los últimos 30 años.
"Nuestro planeta está cambiando a un ritmo alarmante. El hielo se está derritiendo rápidamente en Groenlandia y la Antártica. Los arrecifes de coral están muriendo. Las selvas tropicales están siendo taladas y Australia está en llamas. Estamos enfrentando una amenaza existencial a la vida en la Tierra. El año 2020 debe ser el año de la acción. Nuestro futuro se decidirá ahora en la Conferencia sobre el Cambio Climático COP26 en Glasgow en noviembre. Ya no podemos seguir postergando el problema", señaló Pugh.