La ONU informó este lunes que la mitad de la población mundial se encuentra en un estado "muy vulnerable" a los impactos crecientes del cambio climático y advirtió que la inacción "criminal" de los dirigentes amenaza con reducir las pocas posibilidades de un "futuro vivible" en el planeta.
El nuevo informe del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (IPCC) es un verdadero "atlas del sufrimiento humano", según la ONU, y no deja lugar a dudas: las consecuencias del calentamiento global provocado por las actividades humanas no se limitan al futuro.
Sequías, inundaciones, canículas, incendios, inseguridad alimentaria, escasez de agua, enfermedades, subida de las aguas... Entre 3.300 y 3.600 millones de personas ya son "muy vulnerables", subraya el "resumen para quienes deciden", negociado línea por línea, palabra por palabra, por los 195 Estados miembros de esta sesión a puertas cerradas que se extendió más de 24 horas de las dos semanas previstas.
Y esto es solo el comienzo. Si el mundo no toma la decisión de reducir de forma drástica las emisiones de gases de efecto invernadero, deberá hacer frente a un diluvio de impactos inevitables, y "a veces irreversibles" en las próximas décadas.
"He visto muchos informes científicos durante mi carrera, pero ninguno como este", reaccionó el secretario general de la ONU Antonio Guterres, que lo describió como "un atlas del sufrimiento humano y una acusación que apunta al fallido liderazgo en materia climática".
Asimismo, el IPCC señala que el sufrimiento afecta sobre todo a las poblaciones más frágiles, como los pueblos autóctonos o pobres, pero también a países ricos. Un ejemplo de ello son las inundaciones en Alemania o los incendios en Estados Unidos el año pasado.
Frente a este dramático panorama, este informe no debería quedar eclipsado por la invasión rusa de Ucrania, afirma Hans-Otto Pörtner, copresidente del grupo del IPCC que preparó el documento. El calentamiento del planeta "nos persigue, ignorarlo no es una alternativa", declaró a AFP.
El riesgo del umbral
Desde la era preindustrial, la temperatura del planeta aumento en una media de +1,1°C, y tras ello el mundo se comprometió en el Acuerdo de París de 2015, a limitar el calentamiento global por debajo de +2°C, y de ser posible +1,5°C.
En la primera parte de su informe publicado en agosto pasado, los expertos del IPCC estimaron que para 2030 la temperatura alcanzaría el umbral de +1,5 °C.
Antes de un tercer informe previsto en abril sobre las soluciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, el documento publicado este lunes subrayo que superar aunque sea de manera temporal el umbral de +1,5 °C podría causar daños "irreversibles" en los ecosistemas frágiles como los polos, las costas y las montañas, con efectos en cascada para las comunidades que viven allí.
Las consecuencias desastrosas aumentarán con "cada décima suplementaria de calentamiento".
El informe además anticipa la desaparición de 3 a 14% de las especies terrestres y advierte que para 2050 cerca de 1.000 millones de personas vivirán en zonas costeras de riesgo.
"La adaptación es crucial para nuestra supervivencia", reaccionó en un comunicado del primer ministro de Antigua y Barbuda, Gaston Browne, que preside la Alianza de Pequeños Estados Insulares (AOSIS).
Tras lo cual instó a los países desarrollados a respetar su compromiso de aumentar la ayuda climática a los países pobres, en particular para permitirles prepararse para las catástrofes que se anuncian
La búsqueda de la supervivencia
Sobre este punto, el informe constató que a pesar de algunos progresos, los esfuerzos de adaptación son en su mayoría "fragmentados, a pequeña escala" y que sin un cambio de estrategia, la brecha entre las necesidades y lo que hay que hacer podría acentuarse . Pero en un cierto punto, adaptarse ya no será posible.
Algunos ecosistemas ya fueron empujados "más allá de su capacidad de adaptarse" y otros se sumarán si el calentamiento global continúa, advirtió el IPCC, subrayando que la adaptación y la reducción de las emisiones de C02 deben ir de la mano.
"A la luz de los compromisos actuales, las emisiones mundiales aumentarán casi un 14 % en la década actual. Eso supondrá una catástrofe. Destruirá cualquier posibilidad de mantener vivo el objetivo de los 1,5ºC", denunció Antonio Guterres, señalando como ''culpables” a los grandes países emisores.
"El abandono del liderazgo es un delito", dijo. A pesar del cataclismo constatado, varios Estados como China, India y Arabia Saudita intentaron durante la negociación hacer retirar las referencias al objetivo de +1,5 °C, según indicaron a la AFP varias fuentes que participaron en las discusiones.
Aun así, el mundo prometió en la conferencia sobre el clima de la ONU COP26 de Glasgow en noviembre acelerar la lucha contra el calentamiento global y reforzar sus ambiciones de cara a la COP27 en Egipto en noviembre próximo.
"No olvidemos una cosa: estamos todos en el mismo barco", comentó el ex primer ministro de Tuvalu, Enele Sopoaga. "O le permitimos flotar o nos hundimos y nos ahogamos todos", agregó este exdirigente de la pequeña isla del océano Pacífico.