Una alianza formada entre la
NASA, Nuevo Pudahuel y Aerocardal permitirá convertir desde hoy a Chile en un observatorio espacial móvil durante las próximas dos semanas, con el inicio de operación del
proyecto SOFIA (Stratospheric Observatory For Infrared Astronomy o Observatorio Estratosférico para Astronomía Infrarroja), iniciativa que desde hace 15 años realiza la NASA a través de un
telescopio aerotransportado en un avión Boeing 747, especialmente adaptado.
Por primera vez, este observatorio móvil único en el mundo establecerá en Chile su base de operaciones. Su misión se enfocará en las nubes magallánicas y podría repetirse en junio y julio próximo. A partir de esos resultados, la NASA evaluará una operación más permanente en Santiago para poder realizar sus observaciones.
"Hay elementos de ventajas comparativas que tiene nuestro país, en términos de lo que se ha llamado laboratorios naturales, que tiene que ver con que Chile cuenta con los cielos más transparentes y las mejores posibilidades de visualización astronómica y espacial. Por eso muchos de los grandes telescopios a nivel mundial se han instalado en territorio nacional, lo que ha generado una gran capacidad y desarrollo de la astronomía. Que la NASA pruebe acá su tecnología es una buena noticia para Chile y a nivel mundial, que permite que podamos conocer mejor nuestros cielos y el espacio, y de ahí se puedan generar conocimientos que vayan en beneficio de toda la humanidad, incluyendo a nuestro país", explica el Ministro de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Flavio Salazar.
La aeronave permanecerá en el sector de Bodega Sur del aeropuerto de Santiago, un espacio que fue habilitado por la concesionaria Nuevo Pudahuel y adaptado como un verdadero centro de operaciones para los científicos de la NASA.
"Estamos muy contentos de aportar en este proyecto innovador, que se alinea con nuestro objetivo de ampliar el aeropuerto de Santiago como un espacio para la investigación y el conocimiento. Tenemos mucho interés de que este proyecto pueda volver por más tiempo y que fije en Chile un espacio permanente para la observación de los cielos desde el sur, aprovechando diversos atributos de nuestro país, como la buena condición climática que se adapta mejor a su telescopio e instrumentales sensibles, y la disponibilidad del espacio aéreo sobre el Océano Pacífico", señaló Xavier Lortat-Jacob, Gerente General de Nuevo Pudahuel.
La mantención de la aeronave, así como la logística de su operación y de la tripulación de científicos que viene con ella será gestionada por Aerocardal. Su gerente general, Ricardo Real, señala que la compañía "ha venido trabajando desde hace un año en conjunto con el equipo del Proyecto SOFIA de la NASA para hacer realidad la llegada a Chile del avión 747 que en asociación con la Agencia Espacial Alemana DLR realizarán desde nuestros cielos la misión de observación de la Gran Nube de Magallanes. Ha sido un honor que NASA y la DLR nos hayan elegido para cooperar en este proyecto de tan alto nivel y trascendencia mundial".