El nuevo cohete lunar de la NASA despegó el miércoles de madrugada en su primer vuelo
con tres muñecos de prueba, un paso crucial para que Estados Unidos vuelva a llevar astronautas a la Luna por primera vez desde el final del programa Apollo hace 50 años.
Si todo sale bien durante el decisivo
vuelo de tres semanas, el cohete propulsará una cápsula vacía de tripulación para ponerla en una amplia órbita en todo a la Luna, y después
la cápsula regresará a la Tierra con un amerizaje en el Pacífico en diciembre.
Tras años de demoras y miles de millones de dólares en sobrecostes, el Sistema de Lanzamiento Espacial despegó del Centro Espacial Kennedy y alcanzó los 160 kilómetros por hora en cuestión de segundos. La cápsula Orion viajaba en la parte superior, lista para salir despedida hacia la Luna tras menos de dos horas de vuelo.
El lanzamiento se completó tras casi tres meses de exasperantes fugas de combustibles que tuvieron al cohete yendo y viniendo entre el hangar y la plataforma.
El huracán Ian obligó a guardarlo bajo techo a finales de septiembre, aunque la semana pasada aguantó al aire libre cuando Nicole pasó por la zona con ráfagas de más de 130 kilómetros por hora. Aunque el viento despegó una tira de 3 metros de aislante cerca de la cápsula, los responsables dieron luz verde al lanzamiento.
La NASA estimaba que 15.000 personas llenarían la zona del lanzamiento, y miles más acudirían a las playas y carreteras cercanas para presenciar la
esperada heredera del Proyecto Apollo, que llevó a 12 astronautas a la Luna entre 1969 y 1972. También se formaron multitudes ante los centros de la NASA en Houston y Huntsville, Alabama, para ver el espectáculo en pantallas gigantes.
La gente estalló en vítores cuando el cohete se elevó hacia el espacio, dejando un enorme rastro de llamas. Los edificios temblaron como remecidos por un terremoto.
"Para la generación Artemisa, esto es para ustedes", dijo la directora de lanzamiento, Charlie Blackwell-Thompson, poco antes del despegue, en referencia a los nacidos después del Programa Apollo.
El despegue era el inicio del programa de exploración lunar Artemisa de la NASA, bautizado por la hermana melliza de Apollo en la mitología griega.
La agencia espacial quiere enviar cuatro astronautas para orbitar en torno a la Luna en el siguiente vuelo, en 2024, y llevar humanos a la superficie del satélite a partir de 2025.
"Se han ganado ustedes su lugar en la historia", dijo Blackwell-Thompson a su equipo tras el despegue. "Forman parte de una primera vez. No ocurre muy a mundo. Una vez por carrera, quizá. Pero todos formamos parte algo increíblemente especial: el primer lanzamiento de Artemisa. El primer paso para volver a llevar nuestro país a la Luna y a Marte".