El médico argentino Pablo Nosal desde diciembre que realiza turnos en su país y en Chile para aumentar sus ingresos.
El Mercurio
Pablo Nosal tiene 35 años y desde los 24 que trabaja como pediatra y neonatólogo en Mendoza, Argentina, su país de origen. Sin embargo, desde diciembre pasado, su rutina laboral también incluye turnos en hospitales y clínicas en Santiago, Viña del Mar y Quillota, a este lado de la cordillera. "Me vi obligado a buscar alternativas de ingreso. Trabajo de 10 a 15 días allá y otros 10 a 15 días acá; no deja de ser un sacrificio, pero es necesario. La situación económica acá es muy desfavorable y lleva a buscar otros horizontes. Incluso se están viendo médicos que cuelgan el título y se dedican a otra cosa", cuenta al teléfono desde Mendoza. Su caso no es único. Como él, un número importante de colegas -no hay cifras exactas- ha adoptado una dinámica similar: viajar cada dos semanas a países limítrofes, como Chile, Uruguay o Paraguay, a cubrir guardias y hacer turnos por salarios que pueden ser el doble de lo que ganan habitualmente en Argentina.