Las emisiones de dióxido de carbono ligadas a la energía marcaron un nuevo récord en 2023, al subir un 1,1% hasta alcanzar los 37.400 millones de toneladas, pero el ritmo de aumento se ralentizó con respecto a 2022 gracias a la expansión de las renovables y pese al impacto negativo de las excepcionales sequías.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) detalló este viernes en un informe que el incremento de las emisiones del año pasado fue de 410 millones de toneladas, lo que supone un alza menor que la registrada en 2022, que fue de 490 millones de toneladas.
Las claves del informe de la AIE
Las emisiones de dióxido de carbono vinculadas a la energía alcanzaron 37.400 millones de toneladas en 2023.
Aunque las emisiones aumentaron, el ritmo de aumento se ralentizó en comparación con 2022, con un incremento de 410 millones de toneladas frente a los 490 millones de toneladas del año anterior.
Sequías excepcionales causaron un déficit de energía hidroeléctrica, como fue el caso de China y EE.UU., contribuyendo más del 40% al aumento de emisiones, ya que los países recurrieron a combustibles fósiles para compensar el déficit.
Emisiones de una planta de energía a base de carbón en Kansas, EE.UU. | AP
A pesar de las sequías, las economías avanzadas experimentaron una caída récord en las emisiones debido al despliegue de energías renovables, el cambio de carbón a gas, mejoras en la eficiencia energética y una producción industrial más suave.
En estos países, la demanda de carbón "retrocedió a niveles no vistos desde principios del siglo XX", según la agencia.
De acuerdo al organismo, el 2023 fue el primer año en que al menos la mitad de la electricidad generada en las economías avanzadas provino de fuentes de bajas emisiones.
El despliegue de energías limpias sigue concentrado en economías avanzadas y China, representando el 90% de nuevas centrales fotovoltaicas y eólicas, y el 95% de las ventas de vehículos eléctricos en 2023.
Inspectores revisan paneles solares en una planta de Fuzhou, China. | AFP
Se destaca la importancia de redoblar los esfuerzos para que las economías emergentes e en desarrollo aumenten sus inversiones en energías limpias.
Las ventas de vehículos eléctricos representaron una de cada cinco ventas de autos nuevos en 2023, evitando un aumento significativo en la demanda de petróleo.
A pesar de los avances, algunas tecnologías para reducir emisiones, como las bombas de calor, experimentaron una caída en 2023.
China avanzó significativamente en energía solar, añadiendo en 2023 tanta capacidad fotovoltaica como todo el resto del mundo en 2022.
Pese a esto, las emisiones del gigante asiático aumentaron en unos 565 millones de toneladas en 2023, debido principalmente a un año históricamente malo para la generación hidroeléctrica.
Central nuclear de Emsland, Alemania. | AFP
En India, el fuerte crecimiento económico llevó a un aumento de emisiones de alrededor de 190 millones de toneladas en 2023.
Si bien el incremento de emisiones vinculadas a la energía entre 2019 y 2023 fue de 900 millones de toneladas, la cifra hubiera sido tres veces mayor sin el despliegue de cinco tecnologías clave: la energía solar, eólica y nuclear, las bombas de calor y los vehículos eléctricos.
Aunque se observan avances, se destaca la importancia de esfuerzos globales para acelerar la transición hacia una energía más limpia y sostenible.