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Morena por más tiempo

Es cierto que, fuera de los cuestionados solarium, no existen curas milagrosas que mantengan una piel dorada por siempre. Pero eso no significa que debamos conformarnos con bronceados express que vienen y se van en cosa de semanas. Reforzar la hidratación, consumir más betacaroteno, probar los nuevos autobronceantes, y hacer del after sun un imprescindible puede ser la mejor receta para prolongar el color. Además, unos consejos anexos.

15 de Julio de 2005 | 10:28 |
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Mucha crema: Después del sol la piel necesita recuperar humedad, ya que éste reseca las capas superficiales. Y mientras menos humedad posee, más necesario se hacen las cremas hidratantes, por lo que resulta imprescindible reforzar su uso durante el verano. De esta forma se favorece la prolongación del bronceado, ya que una piel más húmeda se descama menos.

La esteticista Viviana Castro sostiene que lo ideal es usar una crema que hidrate y humecte al mismo tiempo.

"De este modo, se aporta agua, y también aceites para fortalecer el filme hidrolipídico, y aminorar su evaporación". Agrega que hay que ser generosa en la aplicación, y que debiera hacerse dos veces al día porque una piel bronceada es más gruesa y menos permeable.
Cosmética natural
Limpiadora nutritiva: Hay que combinar una yema de huevo, con una cucharada de vinagre de manzana y media de azúcar. Mientras se revuelve, se debe agregar ocho cucharadas de aceite de oliva hasta formar una crema amarilla y homogénea.
Tónico refrescante: Limpiar, cortar y pinchar cáscaras de naranjas y ponerlas en un recipiente. Luego se añade agua hirviendo, se tapa y deja reposar por dos horas. El uso cotidiano de este tónico le da a la piel un aspecto fresco y renovado.
Tónico para cutis graso: Estrujar el jugo de un tomate maduro y colarlo en una gasa. Después se le añade una cucharada de glicerina. Ayuda a limpiar la piel y combate las impurezas.
Mascarilla facial: Se deben mezclar tres cucharadas de harina, con dos de miel y tres de leche hasta obtener una pasta homogénea. Veinte minutos bastan para que actúe sobre todos los tipos de piel, a las que aporta suavidad, hidratación y firmeza. Para retirarla sólo hay que enjuagar con agua tibia.
Limpiador para piel seca: Moler cuatro cucharadas de almendras y mezclarlas con 100 cc de leche, dejarlas reposar por seis horas agitando con frecuencia. Después, colar el preparado para obtener una crema de limpieza, que además hidratará la cara. Un dato extra, no hay que botar el residuo de almendras porque se puede usar como exfoliante.
Blanqueador dental: Poner una cucharada de sal de mar con dos de salvia en la procesadora y molerlas hasta que se reduzca a polvo fino. Resulta un excelente desinfectante bucal, capaz de limpiar los dientes eliminando la placa amarillenta. Deja un aliento más fresco y agradable.


"Para una rutina más completa, se debiera realizar primero una exfoliación suave, para retirar la capa de células muertas que opacan la piel, y luego reforzar la hidratación".

After Sun: Imprescindible para hacer durar el color es el after sun. No sólo porque repara y contrarresta las secuelas producidas en las células, además de calmar la piel.

Ni porque aumenta la tolerancia cutánea, evitando que la superficie se vuelva áspera y rugosa. Sino, sobre todo, porque retarda la renovación celular, permitiendo que las células permanezcan más tiempo en la piel, lo que retrasa la descamación.

Además, hoy algunos también poseen complejos autobronceantes, lo que los convierte en verdaderos prolongadores del color. Y por si fuera poco, muchas veces también poseen vitamina E, que protege las células de las agresiones externas y refuerza la hidratación.

Autobronceantes: También se puede recurrir a estos productos, la clave está en saber usarlos. Lo primero es exfoliar suavemente cara y cuerpo, para que se pigmenten más parejo. Luego, hay que reforzar la hidratación. El mecanismo de acción es siempre el mismo.

El oscurecimiento de la piel se produce gracias a una sustancia llamsa Dihidroxiacetona (DHI), que al combinarse con un aminoácido natural del cuerpo, provoca una acción oxidativa en la epidermis, lo que se traduce en su coloración.

Si se opta por usarlos, hay que tener en cuenta ciertos cuidados: Sustituir los jabones habituales por syndets o sustitutos de jabón, que son de pH neutro y no alterarán el color que tanto trabajo costó lograr.

Tampoco hay que abusar de los cosméticos muy abrasivos que deterioren la uniformidad del color. Y se deben escoger productos diferenciados para rostro y cuerpo, porque la piel de la cara es más sensible.

Betacaroteno: Un régimen rico en carotenos también favorecerá el bronceado, ya que protege la piel de la influencia negativa del sol, mantiene la piel hidratada y activa la producción de melanina.

Además, actúa como precursor de la vitamina A, es decir, puede transformarse en esta vitamina cuando el organismo lo necesita, lo que significa que también posee las propiedades de un antioxidante.

Se pueden consumir en la dieta o en forma sumplementaria en pastillas. En el primer caso, se deben favorecer verduras como zanahorias, tomates, betarragas y pimientos rojos.

Quemaduras solares: Hacer una pulpa con cuatro frutillas y aplicar en las zonas quemadas de cara y cuerpo. Es necesario dejarlas actuar durante 15 minutos, para después retirarlas sin frotar.

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