La quínoa, grano de origen andino y altiplánico, aporta grandes cantidades de vitaminas y proteínas. Se encuentra en la sección naturista de supermercados. Recomiendo comprar el de mejor tamaño y más claro de color.
350 gramos de quínoa, 1 cebolla chica picada fina, 5 cucharadas de aceite de oliva, 5 láminas de tocino picadas en cuadritos finos, 800 ml de caldo de verduras, 1/2 taza de queso parmesano rallado, 1/2 cucharadita de cúrcuma, media taza de crema, 12 tomates de cóctel y partidos por la mitad, 6 zapallitos italianos árabes cortados en ruedas, 12 hojas de albahaca picadas finas, sal y pimienta a gusto.
Lavar bien la quínoa. Estilar bien. De los 800 ml de caldo de verduras reservar tres cuartos de taza. Con el resto poner a hervir la quínoa por 10 minutos hasta que esté al dente, los granos recién empiezan a hervirse. Estilar y extender sobre una lata de horno.
En una olla saltear el tocino junto a la cebolla, añadiendo aceite de oliva a medida que es necesario. Debe quedar la cebolla suave y el tocino dorado. Añadir la quínoa cocida y remover el caldo de verduras reservado, la cúrcuma, el queso parmesano y la crema.
Revolver hasta obtener una mezcla de buena consistencia, alrededor de 5 minutos. Mientras tanto saltear los zapallitos al dente junto a los tomatitos y albahaca.
Incorporar al risotto y verificar al sazón. Servir de inmediato con más parmesano si se desea. Este "risotto" puede prepararse también con habas, alcachofas baby, champiñones, etcétera.