Las frutillas son deliciosas, se pueden simplemente acompañar con un helado de vainilla. Es importante prepararlas y servirlas de inmediato.
Para el helado:
75 ml de leche, 1 pizca generosa de nuez moscada recién rallada (1/8 de cucharadita aproximadamente), 2 yemas, 1 cucharadita de maicena, 75 gramos de azúcar granulada, 400 gramos de queso mascarpone o Philadelphia.
Para las frutillas:
20 a 25 frutillas grandes y bonitas, 1 cucharada de vinagre balsámico, 50 gramos de azúcar, menta fresca para decorar.
Hervir la leche junto con la nuez moscada por dos minutos. Dejar reposar por 5 minutos. En un bol pequeño mezclar las yemas con el azúcar y la maicena, batir con cuchara hasta que quede esponjoso.
Verter la leche caliente sobre la mezcla de yemas y volver a la olla donde se calentó la leche y cocinar a fuego muy bajo por dos minutos hasta cocer la maicena. Retirar del fuego inmediatamente y pasar la mezcla por un colador a otro bol. Añadir el queso crema a temperatura ambiente y batir hasta disolver.
Una vez fría la mezcla congelar por 4 horas. Retirar del freezer y cortar en cubos con un cuchillo, poner en la procesadora de alimentos junto a una clara de huevo. Batir hasta dejar suave. Volver a congelar hasta el momento de servir.
Retirar del freezer unos 10 a 15 minutos antes de servir. Para las frutillas: Poner el azúcar al fuego en una sartén y derretir ligeramente. Añadir las frutillas partidas por la mitad y saltear, desglasar con el vinagre. Servir calientes junto al helado.