Su papel en “Secuestro” se da justo en el momento en que lleva tres años fuera de un elenco de teleseries. Su última actuación fue en “Buen partido” (2002) de canal 13, telenovela que forma parte del grupo de fracasos de la estación católica anteriores a “Machos”.
Después de 26 años de carrera profesional, su presencia está circunscrita a su participación semanal en “Teatro en Chilevisión”, programa nocturno en el que ha desarrollado su veta humorística.
Tratar de escrutar qué le provoca esta ausencia no es fácil. Asegura que para él lo más importante es ser “consecuente” y que tarde o temprano, la vida te da oportunidades. También insiste que lo que más quería era tener hijos y sanos “y los tengo”.
-¿No echas de menos las teleseries?
“No, para nada”.
-¿Por qué? ¿Ese mundo no te gusta?
“Tú lo dijiste, no es el sistema donde me gustaría estar. Hay varias razones: está todo el cuento del raiting que es un estupidez, pero necesaria porque la mercadotecnia se mueve así. También porque se ha creado toda una suerte de exitismo donde mi concepción de la vida no tiene nada que ver; creo que se venden muchas cosas que no valen lo que se pretende decir que valen.
“Además, he madurado dentro del sistema y me las he arreglado de otra manera y me siento más feliz, en el teatro, en el monólogo, en eventos (muchos de ellos en inglés, porque maneja ése y otros tres idiomas), donde soy mucho más efectivo”.
-¿Seguro?
“La gran ventaja de una teleserie es que te pueden asegurar un sueldo por nueve meses, pero si le va mal te vas cortado. Si no te puedes mantener ahí por un falla (fracaso), quiere decir que no era tan bueno el cuento”.
-¿Te molesta que te encasillaran en el papel de galán?
“Me da lo mismo. Me hubiera gustado hacer otras cosas, obviamente, pero no me importa porque sé que mucha gente se ha ganado la vida levantando la ceja, imitándome a mí”.
-¿Te limitó?
“Sí, pero ahí es donde se mide la consecuencia de cada uno, se ve dónde tienes puestos los huevos, en qué canastas. Lo que yo quiero es vivir decentemente y hacer lo mejor a cambio de lo que me pagan, nada más”.
-¿El medio es injusto con quienes hicieron carrera? ¿Los olvida?
“Es injusto, pero todos los medios lo son. El mundo no está contra uno, está contra todos por igual, pero es el único lugar donde podemos vivir. Y vuelvo a la consecuencia, ¿qué estás dispuesto a entregar para que la gente no te olvide? ¿Para estar todos los días en cartelera?
“A mí me han ofrecido dinero para ir a hablar mal de la gente; nunca lo he hecho y he perdido mucha plata. Muchos lo hacen, yo no”.
-¿Qué te parece la farándula?
“Nunca he estado ahí, ni me interesa. Los que están es problema de ellos, su opción laboral y no los puedo catalogar. Además, soy una persona, aunque te parezca mentira, que se alegra cuando a los otros les va bien”.
-¿La televisión sobre valora la juventud y deja fuera al viejo?
“El problema es una cuestión de consumo. La biología te enseña quienes se mueven más en determinado momento de la naturaleza y por eso, además de comer y respirar, uno consume. El adulto mayor no sale a la calle y a las 10 de la noche está durmiendo y son los jóvenes los que llevan la voz. Ahora, el tema es que voz llevan, ahí está la falla”.
-Si te leo, apuntas a la falta de contenido.
“No sé si falta contenido”.
-Pero la farándula no tiene contenido.
“No sé, dímelo tú. Tú trabajas en un medio de comunicación”.
