EMOLTV

Volver a la rutina con paz interior

Más que una moda alternativa, meditar es una práctica utilizada por millones de personas en el mundo y sus beneficios están siendo estudiados científicamente.

20 de Mayo de 2005 | 10:14 |
imagen
Sólo han pasado unos meses desde las vacaciones y, sin embargo, parece que nunca hubieran existido. Ya volvió la rutina llena de ruidos y, muchas veces, vacía de contenidos.

Ante esta vorágine, parece más necesario plantearse alternativas que puedan servir para tomar el control y asumir una actitud más proactiva para enfrentar la vida con más calma y disfrutarla sin que se pase sin notarlo.

"El tiempo se ha transformado en algo rentable, incluso el tiempo libre, eso tiene una marca de la cual no estamos muy conscientes. Vivimos con el reloj en la mano, siempre contra el tiempo, y en un permanente ruido. No sabemos qué hacer con el tiempo cuando no tenemos una actividad dirigida", dice el psiquiatra Carlos Cruz. Eso genera estados de angustia y de pérdida de control sobre nuestra propia vida.

El miedo al silencio

Desde sus orígenes, la meditación se ha relacionado con lograr el entendimiento de los aspectos más sagrados de la vida y alcanzar la iluminación. En cada religión, cultura o país se pueden descubrir técnicas y formas que apuntan en ese sentido.
Para empezar
Lo primero para acercarse a esta práctica es elegir una técnica de meditación que comulgue con las creencias y el estilo de vida.
Incluir la práctica en la rutina diaria y no ser demasiado exigente al comienzo.
Centrar la atención en algo, que puede ser la respiración, una imagen o visualizar un objeto.
Respiración. Centrar la concentración en el proceso de cómo entra y cómo sale el aire del cuerpo. Si la mente se va en otra dirección, lentamente volver al objeto de la concentración.
Observar el cuerpo. Revisar parte por parte, fijando la atención en sensaciones como dolor, tensión o relajación. Se puede combinar con la respiración.
Repetir una frase, mantra (nombre de una divinidad o frase sagrada) u oración, que puede ser en silencio o en voz alta.
Ejercitar la imaginación. En una práctica guiada, a través de una grabación o en directo, se guía la mente hacia una visualización (un lugar tranquilo).

Pero hoy no es necesario tener una definición religiosa para beneficiarse tanto emocional como físicamente de su práctica.

Esencialmente, "es una herramienta que ayuda a conectar la mente con el cuerpo para lograr armonía, relajar el cuerpo y estar presente en la vida", explica Angélica Fanjul, directora para Chile de la Brahma Kumaris World Spiritual University.

Pero pese a los múltiples beneficios que hoy se conocen, existen una serie de prejuicios que hacen que muchos rehuyan a esta alternativa. Miedo a lo esotérico, a lo hippie, quizás a lo desconocido. Pero también temor a enfrentarse con uno mismo. "Da miedo conectarse con los propios miedos, dolores y emociones, porque eso se ve como algo negativo", dice Trinidad Fariña, directora de la Escuela de Tai Chi y Chi Kung clásicos.

"Desde el punto de vista sicológico, en la medida en que uno se da espacios de silencio, se puede tomar conciencia de cosas que habitualmente no están presentes de uno mismo, y eso puede ser antesala para un redescubrimiento", explica el psiquiatra Carlos Cruz.

Según un estudio realizado por la Universidad de Wisconsin, en EE.UU., respondiendo a una invitación del Dalai Lama, la práctica regular de técnicas de meditación al estilo oriental mejora el estado de salud al influir sobre el sistema inmune.

Otros científicos plantean un aumento de los niveles de serotonina, neurotransmisor cuya deficiencia está asociada a la depresión. También se han presentado recientemente experimentos que asocian la meditación a un mejor manejo del estrés.

"El estrés es un mecanismo de adaptación que tenemos frente a cosas que nos quieren desbalancear, por lo tanto es una herramienta para poder adaptarse. Cuando la persona empieza a agotar sus recursos, es cuando el estrés empieza a ser dañino", explica el psiquiatra Carlos Cruz.

Controlar la dispersión

Silencio, relajación y meditación son técnicas diferentes que apuntan a ponernos en contacto con el mundo interior y desligarnos de la presión externa. "Generalmente, con estas técnicas la persona puede tomarse las cosas con más calma, con otra perspectiva, ya que a nivel biológico producen una disminución de la ansiedad", agrega Cruz.

Nunca es tarde para desconectarse de la rutina. Se puede comenzar con minutos de silencio y luego agregar técnicas para llegar a estados más profundos de meditación. Lograr controlar la dispersión de la mente es el primer paso, desarrollando la atención y la concentración.

Como dice Angélica Fanjul es importante tener voluntad, ya que "se requiere un compromiso y una poderosa razón para estar con uno".
Es bueno ser regular y entender que cada persona tiene diferentes necesidades. "Están los que se sientan en un ambiente tranquilo con música suave y luz tenue, y meditan increíble; pero hay otros muy hiperkinéticos en quienes esa fórmula no funciona -dice Angélica-. Aquello no quiere decir que la meditación es para unos y no para otros".



EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?