2 minutos
Hay gestos muy simples que en sólo sesenta segundos pueden mejorar nuestra imagen. Por ejemplo, unos bonitos ojos siempre pueden verse mejor si antes de maquillarlos se encrespa sus pestañas, y para eso basta con una de esas herramientas tipo tijeras. Una leve presión, y quedarán perfectas. En ese mismo tiempo podemos cuidar los labios con un bálsamo que los hidrate, nutra y ojalá también los proteja del sol.
Tampoco hay que olvidarse del efecto lifting de algunos cosméticos, que una vez aplicados aseguran una acción tensora inmediata sobre el rostro, ideal para lucirse en una ocasión especial, y sólo demora un par de minutos. Otro gesto de rápida ejecución es el cuidado de las cutículas. La recomendación es recogerlas hacia atrás con una lima o un palito de naranjo, y no cortarlas como muchos creen.
5 minutos
La regla dice que debemos limpiar la cara dos veces al día, una tarea que toma sólo cinco minutos. Hay que partir por el desmaquillado, o lavado de cara si es en la mañana, para luego pasar un algodón empapado con tónico, y así retirar impurezas y residuos del primer producto. No se debe olvidar que en la elección de productos hay que respetar las particularidades de los distintos cutis. Es así que uno graso debe preferir los limpiadores en gel, y uno seco, en leche.
Otro cuidado express es una sesión de manicure casera. Lo primero es retirar el esmalte, luego se debe limar el borde de las uñas, y entonces aplicar una nueva capa de pintura o brillo. Descongestionar unos ojos cansados y faltos de sueño puede ser tan sencillo como utilizar parches para este fin, un antifaz de gel helado, o colocar sobre ellos unas rodajas de pepino fresco. Sólo cinco minutos, y el cambio será evidente.
15 minutos
Para aliviar un rostro fatigado o reforzar su hidratación, una mascarilla facial siempre es buena opción, ya que son de los pocos productos de acción inmediata gracias a la adherencia directa de sus activos a la superficie de la piel. Una vez aplicadas, diez minutos son suficientes para aprovechar sus beneficios.
Este tiempo también es el ideal para disfrutar de un baño de tina, enriquecido con esencias de efecto relajante o revitalizante. Permanecer por más tiempo en el agua caliente no es bueno porque deshidrata la dermis. También podemos ocuparnos del pelo, aplicando una crema de tratamiento en el cabello húmedo, y masajeando. Junto con dejar actuar la crema - que puede ser reparadora, hidratante o nutritiva- se estimulan las decenas de terminaciones nerviosas de la cabeza, lo que produce un placer extra. Zonas normalmente olvidadas como los pies también pueden beneficiarse en este tiempo. Un buen consejo es sumergirlos en un baño tibio con sales al final del día. Alivia el cansancio, mejora la circulación y desinflama. Si disponemos de otros 15 minutos, podemos darnos un masaje en la planta de los pies para relajar los músculos.
30 minutos
Eliminar las células muertas de la superficie de la piel es básico, y por lo general, las mujeres se preocupan de hacerlo en su cara, pero no tanto en el cuerpo. Se recomienda reservar media hora dos veces al mes para realizar esta tarea. Se debe usar un exfoliante corporal, que tienen gránulos más gruesos, y aplicarlo sobre la piel húmeda con movimientos circulares, repasando en zonas como rodillas y codos. Después, es necesario rehidratar la piel con una humectante común.
Lo mejor es aplicarla inmediatamente después de secado el cuerpo, ya que cuando la piel todavía está húmeda es más permeable. Este tipo de cuidados también se puede realizar en un centro de estética, en donde se busca el mismo objetivo pero usando productos más concentrados. En Le Centre de Beauté de Lancôme, por ejemplo, hay un programa de este tipo, aunque demora un poco más. Y aunque suene extraño, en media hora también podemos rejuvenecer el rostro y atenuar las líneas de expresión a partir de técnicas como la inyección de bótox. Un tratamiento bastante efectivo y rápido, aunque de efecto limitado ya que el resultado se pierde al cabo de cuatro o seis meses.
60 minutos
Una hora dedicada exclusivamente al disfrute personal puede parecer una tarea imposible, pero si se consigue, los beneficios son evidentes. Una muy buena opción es una limpieza facial en manos de una profesional. El resultado no se compara a la rutina habitual de limpieza que podemos seguir en la casa, ya que aquí se utilizan compuestos específicos y de acción más profunda. En cuanto a la regularidad del tratamiento, basta con una al mes. Algo que podemos hacer un poco más seguido, y que siempre trae placer es un buen masaje.
Si lo que se busca es desestresar el cuerpo y aliviar tensiones se puede acudir al shiatsu, que libera los canales de energía, o al quiromasaje, que trabaja directamente sobre los músculos contracturados. La oferta de tratamientos faciales que demoran una hora es variada, por lo que si disponemos de ese tiempo podemos acceder a una dermoabrasión (que es como un peeling pero mecánico), a un velo de colágeno (que refuerza la hidratación), a un lifting electromagnético (que estimula la producción de colágeno y elastina), o a una sesión de crioterapia (que mejora el aspecto de la piel a partir del frío).
