Más de la mitad de sus cien empleados son mujeres, las que se constituyen en la principal fuerza de trabajo de sus 18 tiendas y ocupan la mayoría de los puestos gerenciales y ejecutivos en la organización.
Es que su creador y gerente general, Abraham Álamo, valora especialmente la capacidad femenina para desempeñarse en múltiples roles. Cree que esta condición las hace ser organizadas, eficientes, responsables, comprometidas y cooperadoras. Sin embargo, Nadia Valenzuela, gerenta de Recursos Humanos, aclara que no realizan discriminación positiva hacia el sexo femenino, sino que cada mujer y cada hombre contratado ha merecido el puesto en función de sus capacidades. Prueba de ello es que la jefatura de bodega, un cargo tradicionalmente masculino, está en manos de una mujer, en tanto que la jefatura de modelos la ejerce un hombre, el único dentro de un equipo compuesto sólo por diseñadoras.
"Nunca hemos visto la maternidad como un obstáculo para el trabajo", afirma Bárbara Álamo, gerenta de marketing y una de las tres mujeres de la plana ejecutiva de esta pyme, que en los últimos años ha desarrollado un amplio programa de beneficios para las madres.
Un ejemplo es la posibilidad - dependiendo de las características de su función- de poder trabajar desde sus casas antes de que empiece el período prenatal legal. También se les otorga a todas las trabajadoras licencias sin restricción y con goce total de sueldo cuando se enferma un hijo menor de dos años.
En Ferouch no cuentan con sala cuna propia, pero las empleadas tienen la opción de llevar a sus niños a una que está cerca de la sala matriz o bien elegir una cercana a su domicilio, financiada por la empresa. Además, tienen flexibilidad horaria para entrar y salir del trabajo.
Como meta a corto plazo está implementar un sistema de jornada parcial para todos los empleados que la necesiten, junto con ampliar los programas de capacitación hacia el área sicológica y artística, que ayuden a estimular el desarrollo de todas las capacidades femeninas.
