En tu cara se reflejan el cansancio y la fatiga, sobre todo en épocas como ésta donde los preparativos de Navidad agotan a cualquiera. A la falta de sueño se suma el estrés que provocan el trabajo, las compras, la cena, las celebraciones en la oficina. Como resultado, la piel pierde luminosidad y se ve opaca, se marcan líneas de expresión por la falta de humedad, aparecen ojeras e incluso pueden evidenciarse problemas de firmeza en la dermis.
El dermatólogo Víctor Hugo Correa, de Vitaclinic, explica que la fatiga se refleja principalmente a través de la coloración grisácea del rostro. "También suele ir acompañada de una piel irregular, inflamada en el área de los ojos, marchita y con falta de vitaminas. Muchas veces también se trata de un cutis que no se encuentra apto para recibir productos de tratamiento, ya que está recubierto con un exceso de sus propias células muertas que impiden la correcta penetración de los activos".
Acerca de los cuidados que una piel fatigada requiere, el médico sostiene que es importante reforzar las rutinas habituales. En este sentido, los gestos imprescindibles son exfoliar e hidratar. La exfoliación permitirá retirar de la superficie de la piel las células dañadas que se han acumulado, dando lugar a un recambio por otras nuevas. Esto debiera hacerse en cara y cuerpo con productos diferenciados, repasando siempre en aquellas zonas en que se acumulan más células muertas como son las rodillas y codos en el caso del cuerpo y la zona T en la cara. Ese simple gesto contribuirá a ganar luminosidad y mejorar la textura de la piel. En cuanto a la hidratación, es mejor hacerlo inmediatamente después del baño, ya que en ese momento la epidermis está más permeable y favorece una mejor absorción del producto. Se recomienda escoger hidratantes no demasiado untuosos, y que posean tanto agua como aceite, así se contribuye al contenido hídrico de la piel y se evita la excesiva evaporación de agua.
Si el objetivo es desestresar la piel también puede ser útil aplicar una mascarilla facial, producto que asegura resultados inmediatos gracias a la adherencia directa de sus activos a la superficie de la piel. Las hay de efecto calmante que ayudan a hidratar y calmar un cutis estresado, otorgándole sensación de alivio gracias a compuestos como la manzanilla. También las revitalizantes, que estimulan la actividad celular y favorecen la oxigenación de los rostros opacos.
Una zona que requiere especial atención es el contorno de los ojos, ya que es la primera en delatar el cansancio. Además de las cremas específicas para esta zona, se puede usar un antifaz relleno con gel frío o una compresa con manzanilla. También existen parches con propiedades descongestivas y refrescantes, que brindan una sensación de alivio y reducen la hinchazón. La mayoría contiene extractos naturales botánicos como aloe vera, pepino y alantoína.
El dermatólogo explica que una piel fatigada también puede sacar provecho de la llamada cosmética de efecto flash, capaz de revitalizar un cutis agobiado. En este sentido resultan útiles los sueros concentrados de acción profunda que estimulan una rápida regeneración cutánea. También existen otros que potencian en poco tiempo el resplandor y la frescura perdidos por el rostro. A éstos se suman los productos que aseguran un efecto tensor inmediato. Actúan dejando sobre la piel una especie de velo tensor invisible, lo que se traduce en un cutis turgente, y una cara de formas más definidas, sin bolsas ni tejidos caídos. En este caso, lo ideal es aplicarlos justo en el momento en que se desea lucir una piel descansada, ya que su acción es inmediata, aunque temporal.
Y si de revitalizar se trata, también hay que poner atención a los cosméticos que contengan entre sus compuestos algunos cítricos como la naranja, ya que poseen propiedades energizantes y estimulantes. Una acción muy importante, y presente en muchos de estos cosméticos, es que favorecen y estimulan la renovación celular. Un aspecto nada menor, ya que del continuo recambio de células dañadas por otras nuevas depende, en gran medida, el buen aspecto de la piel.
