No sólo como parte de las consecuencias del embarazo aparecen manchas en la piel. Lo cierto es que el sol es uno de los grandes responsables de los problemas de hiperpigmentación en distintas zonas de la cara y el cuerpo. Por eso, y como llegó el tiempo de aligerar la ropa y exponernos a los rayos UV, es mejor tomar precauciones y no lamentarse luego por las manchas que alteran la uniformidad del tono de la piel.
Lo primero que advierte la dermatóloga Emilia Rebeco es que las manchas son más comunes entre las mujeres que los hombres, y que en general se ven incrementadas por el envejecimiento, la exposición solar, cambios hormonales e incluso por determinaciones hereditarias. "Todos estos factores desencadenan una producción desequilibrada de melanina, ya sea por exceso, déficit o ausencia de ella, dando lugar a pigmentaciones excesivas en forma localizada".
La especialista agrega que aunque a nuestros ojos todas las manchas se vean similares, existen distintas clases. "Las hay de diferente origen y en varias partes del cuerpo; algunas varían con la edad y otras aparecen en períodos determinados, como puede ser el embarazo o la menopausia".
La doctora Rebeco sostiene que las manchas más comunes entre las mujeres son los melasmas, que aparecen durante el embarazo o cuando hay desarreglos hormonales, alguna disfunción endocrina, por reacción a determinados medicamentos o están genéticamente determinados.
"Suelen aparecer en ambos lados de la cara, en la frente y también sobre el labio superior. Se oscurecen en verano, y su principal origen es el sol, no necesariamente la sobreexposición". La especialista añade que en el 80 por ciento de los casos los melasmas se relacionan con el embarazo, y que se estima también que un tercio de las mujeres que consumen regularmente anticonceptivos orales padece de ellas.
| Ojo con los perfumes |
Hay manchas temporales, distintas a los melasmas y léntigos solares, que tienen que ver con reacciones químicas de la piel expuesta al sol.
Por lo general se dan cuando nos exponemos habiéndonos aplicado perfume o alguna crema perfumada en el cuerpo. En ese caso se produce una reacción fototóxica de la piel debida a la exposición y al agente químico, el que cambia nuestra forma de reaccionar frente a los UV.
Si bien estas manchas se quitan con el tiempo, se recomienda evitar el uso de fragancias y cremas perfumadas cuando se acude a la playa o se toma sol en la piscina. Pues allí donde se aplique el producto es factible que salga una mancha.
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En cuanto al tratamiento necesario para prevenirlas y/o atenuarlas, advierte que es esencial evitar exponerse al sol sin filtro de protección, aun en días nublados, porque los rayos UV atraviesan la capa de nubes por densa que ésta sea. Esto debiera complementarse con el uso diario de cremas despigmentantes.
Los llamados
léntigos solares también son muy comunes, sobre todo en época de verano y sobreexposición solar sin la debida protección. "Esta clase de manchas de color café oscuro se dan mayoritariamente en quienes más se han expuesto a los rayos UV a lo largo de su vida, y también en aquéllas de piel muy clara.
Aparecen en zonas específicas como la cara, el escote, los antebrazos y el dorso de las manos, y no varían de una época a otra del año", explica la dermatóloga. Asegura también que desde el punto de vista de la salud de la piel, los léntigos solares son considerados una manifestación del fotoenvejecimiento, es decir, un daño solar crónico derivado del sol que se acumula desde niño.
Otra tipo de
mancha es la couperosis, que a diferencia de las anteriores es de color rojo y no pardo. Éstas son más pequeñas que los léntigos o melasmas, y por lo general se dan en mujeres de piel clara y muy fina. La doctora Rebeco explica que aparecen cuando la piel es expuesta a climas extremos, es decir mucho calor o mucho frío, lo que hace que algunos diminutos vasos sanguíneos se dilaten hasta formar pequeños granitos de color rojo.
Según dice, la couperosis es común en determinadas zonas del rostro como son nariz, pómulos y mejillas. Para disimularlas deben utilizarse correctores de maquillaje específicos de color verde.
Efecto despigmentante
Para prevenir las manchas, la doctora Rebeco sostiene que se pueden seguir ciertas normas básicas de cuidado. "Es necesario evitar la exposición solar y el uso de sustancias químicas fotosensibilizantes, y utilizar siempre una adecuada fotoprotección con filtros y bloqueadores solares".
En este mismo sentido, la doctora Bernardita Lorca, dermatóloga de la Clínica Alemana, agrega que las personas que viven en la ciudad y trabajan en lugares cerrados debieran usar a diario un filtro solar sobre SPF 15, y SPF 30 cuando la exposición al sol es mayor, en la ciudad o la playa.
Acerca de qué hacer para atenuar manchas que ya existen, hay dos alternativas: Cemas despigmentantes y tratamientos de cabina.
-Fórmulas cosméticas: Para atenuar o borrar las manchas habitualmente se utilizan cremas de acción despigmentante elaboradas sobre la base de activos como el ácido retinoico, ácido glicólico, ácido láctico, hidroquinona, vitamina C y carotenos. A juicio de la doctora Rebeco, estos productos solos o combinados tienen buena respuesta en las manchas de las capas más superficiales de la piel. La especialista de Clínica Alemana, Bernardita Lorca, agrega que en el caso del ácido glicólico y el ácido láctico actúan produciendo una exfoliación en el cutis. Asimismo, los de la familia del ácido kojico y de la hidroquinona actúan frenando la síntesis de melanina por parte del melanocito.
Advierte, además, que la tendencia actual es combinar diversos elementos y formularlos en distintas concentraciones, ya que no todas las pieles tienen las mismas características ni se obtienen los mismos resultados.
-Programas de cabina: Junto con las cremas, también resultan útiles para desmanchar la piel tratamientos como el nitrógeno líquido y la nieve carbónica, así como los peeling, sean químicos o mecánicos, ya que aseguran una descamación de las capas superficiales de la piel y con ello la eliminación de manchas en la epidermis. Otra alternativa es la crioterapia o tratamiento por frío, que somete la zona afectada a un descenso de la temperatura para uniformar el tono. Y por último el láser, que permite tratar manchas a nivel dérmico.
La dermatóloga Bernardita Lorca explica que el procedimiento que se utilice dependerá del tipo o de la cantidad de manchas y de si son superficiales o más profundas. Por lo general estos procedimientos se realizan durante el invierno, para no correr riesgos de que el sol pigmente aún más la mancha después del tratamiento.
