Durante este mes, que para muchos es de vacaciones, vale la pena dejarse sorprender por la naturaleza. Es tiempo de admirar los árboles, disfrutar de la fragancia de algunas especies y empezar a considerar algunas plantas que tienen gran valor en el diseño paisajístico.
07 de Marzo de 2006 | 14:11 |
Este mes es el más adecuado para disfrutar de la vegetación. Vale la pena poner atención a aquellos árboles históricos, sobrevivientes, como los plátanos orientales antiguos que se ven en la Quinta Normal. Esos son ejemplares que no han sido podados, razón por la cual presentan un desarrollo magnífico.
Otras especies que se ven en parques privados o semipúblicos de antigua data, son los fresnos americanos, árboles que sobrepasan los 45 metros de altura y unos 30 m de diámetro de copa y el ceibo común, Erythrina umbrosa que es de gran porte, aunque presenta el grave problema del desganche. Sus tejidos son blandos, y por ello la prevención se hace en dos líneas: por una parte, se deben evitar los abonos nitrogenados (salitre y urea), y por otra, poner potasa en el suelo, bajo la proyección de la copa, dos veces al año; al inicio de la primavera y a comienzos del otoño, 20 gramos por metro cuadrado de proyección cada vez.
Entre los árboles poco cultivados, destacan Cercidyphillum japonicum, celtis, zelkova, lithocarpus, Quercus phellos, que merecen una mayor atención.
Entre los ejemplares chilenos para lugares calurosos, semi áridos, de suelos con poca materia orgánica, destacan quillay, peumo, belloto y palma chilena. Son fáciles de cultivar, aunque la palma es muy lenta. En esta época se pueden fertilizar con urea al follaje; las aplicaciones se hacen cada 3 semanas, idealmente hasta marzo, 10 gr en 10 litros de agua. Si hay ramas secas o quebradas, se sacan.
Arbustos interesantes
Hay muchos arbustos que se pueden incluir en el diseño paisajístico y que en la actualidad no se consideran. Uno de ellos es Corynocarpus laevigatus, de hojas persistentes, grandes, brillantes. Se usa en la sombra o en la media sombra, en lugares donde se necesite un respaldo verde para lucir las flores en primer plano. Es de lento crecimiento, no lo aquejan plagas ni enfermedades y resiste la contaminación.
Berberis juliae es un tremendo arbusto de hoja persistente, lleno de severos pinchos, crece bien a la semisombra o sol. Se le maneja con podas. No es atacado por plagas ni enfermedades. Resulta ideal para cerco vivo impenetrable. Como todos los berberis, tiene flores pequeñas de color amarillento y después fruto negro, ácido, requerido por los pájaros.
Cocculus laurifolius es un arbusto de ramas arqueadas, hojas oval lanceoladas, persistentes. De gran volumen, sirve como pantalla acústica; durante el año se puede podar varias veces para controlar su crecimiento, ya que puede transformarse en un arbolito. No es susceptible a plagas ni enfermedades.
Osmanthus fragrans es un arbusto de hoja persistente de hábito alargado-ovalado, muy elegante. En otoño produce unas flores insignificantes, pero extremadamente perfumadas. Sus hojas son duras, rígidas, persistentes. Es ideal para poner en las proximidades de las terrazas o en algún recodo de un sendero.
Ilex aquifolium y sus múltiples variedades. Es de hoja bordeada de pequeñas espinas, dura, brillante, de color verde, casi negro. Hay tres tipos de individuos: hembra, macho y hermafrodita. La hembra se reconoce porque en su diminuta flor sólo hay pistilos; el macho solamente tiene estambres, y el hermafrodita presenta pistilo y estambres. Uno de los principales atractivos de esta especie radica en sus frutitos rojos, pequeños, brillantes, muy numerosos. Si ha comprado un ejemplar con frutos y nunca más volvieron a aparecer, quiere decir que es hembra y que necesita un ejemplar estaminado (macho). A veces es atacado por conchuela, especialmente si en el jardín hay laureles de flor.
Flores para el verano
Las salvias de flor roja se plantan más bien a la semisombra, porque su color se degrada con el sol. En cambio, las de flor azul se pueden plantar al sol.
La alegría del hogar es otra plantita generosa que llega con flores hasta la primera helada. Conviene, en la noche de la plantación, poner algún helixida, como Mesurol, Prolimax, que controlan babosas y caracoles. Éste dura varios días, de modo que si hay perros, deberá utilizarse Prolimax, que dura solamente la noche. La alegría del hogar acepta semisombra a sol liviano, pero no el frío. Si hay un invernadero, al llegar la segunda semana de marzo, se sacan las plantas, se podan, y se guardan allí por un tiempo.
Las verbenas son plantas de pleno sol. Si les llega un poco de sombra, son atacadas por el oidium. Hay diferentes tipos de verbenas, desde la tradicional multicolor, procedente de la Cuenca del Mediterráneo, hasta aquellas de América Latina como la Verbena rigida, especie alta de flores morado fosforescente, especial para combinar con arbustos bajos del tipo Spiraea thunbergii. Hay otras rastreras como Verbena tenella, muy utilizada en los balnearios de la Zona Norte y Central. Esta especie resiste bien la salinidad.
Una maravilla multicolor es la dalia enana, de muy fácil cultivo. Se adquieren en plena flor de modo de escoger aquellas más bajas y dobles y las que están perfectamente sanas, para plantarlas a pleno sol en un suelo bien drenado y rico en guano. Al fondo del hoyo se pone una cucharadita rasa de Superfosfato triple. El período de floración dura hasta abril.
Las achiras, para un jardín grande o un parque, dan altura (aunque hay variedades bajas de unos 60 cm de alto). A diferencia de otras plantas de bulbo, ellas toleran los suelos pesados, retentivos de agua.
En la zona costera, florecen casi todo el año. Ahí las arenas son pobres en materia orgánica; en ese caso, conviene mejorar con guano de gallina, guano de cabra (ideal) agregando un poco de superfosfato triple para que la floración no decaiga.
Cubresuelos
El hipericum rastrero ya es un verdadero clásico. Resistente, invasor, e ideal para plantarlo en pendiente. Su sistema radicular, rizomatoso, afirma el suelo y evita la erosión. Tolera la semisombra; al sol florece en forma copiosa.
La hiedra está en pleno apogeo, es de gran crecimiento y muy invasora.
Algunas antiguas comienzan a tener sus ramas sexuales, las que se reconocen porque no tienen raíces adventicias; en el extremo se forma la inflorescencia en forma de umbela amarillenta para dar paso a fines de verano, a los frutos de color negro, muy atractivos para los zorzales y ratones...
Como manejo se sugiere eliminar desde el nacimiento la rama sexual. Hacer una poda de ordenamiento y pulverizar el follaje con Bravo 720, 13 cc en 10 litros de agua.
Se debe eliminar toda ramilla de hiedra que esté trepando por el tronco de un árbol; despejar las tazas de azaleas y rododendrones con tapiz de hiedra.
Como cubresuelo de sol, muy rasante, es Dianthus deltoides, de pequeñas flores rojas. Para que luzca, hay que plantar unas 12 a 14 plantas por metro cuadrado. Es rústico, muy florífero, y debe estar establecido en suelos planos o levemente en pendiente. A la semisombra, no florece.
La vitadinia, Erigeron mucronatum, es muy interesante, invasora, colgante o rastrera, hace almácigos naturales. En ciertas zonas, florece todo el año. Muy rústica, ideal para muros de piedra, como planta de rocalla, entre lajones, como cubresuelo al lado de árboles recién plantados, cuando aún no dan sombras.