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El té protege del cáncer ovárico

El riesgo de desarrollar el mal es 46% menor en personas que consumieron dos tazas diarias de té negro, según investigación en 61 mil mujeres.

21 de Febrero de 2006 | 13:24 |
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Hace algún tiempo los amantes del té están recibiendo buenas noticias respecto de sus beneficiosos efectos para la salud. Esta semana se agregó uno nuevo. Un estudio realizado en Suecia con más de 61 mil mujeres y recién divulgado en la revista "Archivos de Medicina Interna", de la Asociación Médica Americana, encontró que el consumo habitual de té negro (el más consumido en Chile) protege contra el cáncer de ovario.

"Observamos que el riesgo de cáncer de ovario es 46% más bajo en mujeres que toman dos o más tazas de té al día, en comparación con aquellas que lo beben menos de una vez al mes o nunca", dijeron las investigadoras Susanna Larsson y Alicja Wolf, de la División de Epidemiología Nutricional del Instituto Karolinska (Estocolmo).

Pese a que algunos estudios ya habían buscado un vínculo entre el consumo de té y el cáncer de ovario, sus resultados habían sido inconsistentes y su evidencia era poco clara, pues involucraban grupos muy pequeños de mujeres.

Exculpan al café
En la mira
Más de 500 mujeres mueren cada año en Chile por cáncer de ovario.
El embarazo, lactancia y uso de anticonceptivos orales son factores protectores contra este cáncer.

Las investigadoras suecas, en cambio, pudieron seguir por 15 años a 61.057 mujeres de entre 40 y 76 años, participantes en un masivo estudio iniciado entre 1987 y 1990 en Suecia, denominado Cohorte Sueca de Mamografía. Entre muchas variables, todas habían entregado información sobre la frecuencia de ingesta de 67 alimentos, incluyendo el té. Desde entonces, se le diagnosticó cáncer de ovario a 301 de ellas.

Al analizar estos casos, las investigadoras suecas concluyeron que por cada taza adicional de té que se consumía todos los días, había un 18% menos de riesgo de cáncer ovárico.

La investigación encontró además que las mujeres que bebían té generalmente eran más delgadas y consumían más frutas, verduras y cerveza que aquellas que no lo consumían. Además, su ingesta de café era menor. Larsson y Wolf aclararon que la dieta más saludable de las bebedoras de té podría haber contribuido a su menor riesgo de cáncer, pero descartaron que el menor consumo de café tenga alguna incidencia, "pues en el estudio no se observó relación entre café y cáncer de ovario", indicaron.

Para el doctor Mario Pardo, ginecólogo del Hospital Clínico U. de Chile, las conclusiones del estudio sueco sólo establecen una asociación entre consumo de té y cáncer de ovario. "Pero dada la metodología que se empleó, podría haber muchas otras variable que estén influyendo en la menor tasa de cáncer. Por ejemplo, el que las bebedoras de té habitualmente tienen conductas más saludables respecto de su alimentación en general", precisa.

Estudios previos han señalado que los polifenoles -antioxidantes que abundan en el té negro y verde- inhibirían el crecimiento de células cancerígenas. Las expertas señalaron que son necesarios más estudios para confirmar sus hallazgos.

Otros estudios en humanos han postulado que el consumo de té reduce los cánceres colorrectal, de estómago y esófago. Análisis con ratas han hallado que compuestos del té verde retardan la formación de placas amiloides precursoras del Alzheimer y que los té verde y negro reducirían el riesgo de ateroesclerosis, diabetes y cataratas.