No es padre y todavía no está en planes de serlo, pero ya tiene una guagua. Eso sí el retoño no lleva su apellido y tiene el poco cristiano nombre de D13 Goles. El microprograma diario que conduce Ignacio Valenzuela es su espacio más querido. Se siente cómodo siendo el rostro que muestra los goles en Canal 13.
Mientras Papelucho proyectaba su vida para que terminara entre los 20 y los 30 años, este era el punto de partida para los sueños profesionales de Ignacio Valenzuela. “Yo siempre he dicho que esto que estoy haciendo ahora lo esperaba hacer a los 31 años”. Se le adelantó la vida a Valenzuela.
-¿Desde cuándo quisiste ser periodista deportivo?
“Desde chico, quinto básico, creo. Siempre me gustó el periodismo, me gustaba harto el deporte y como nunca quise ser deportista…”
-¿Por qué no?
“Porque me gustaban más los micrófonos, la tele, hablar. Es que el deporte lo encuentro más como hobby, rico. Me encanta el deporte, cuando puedo hacerlo lo hago”.
-¿Qué haces?
“Ahora estoy yendo a nadar harto. Y los deportes más de verano, como subir cerros y ese tipo de cosas”.
-¿No eres de los que va al gimnasio?
“No. De hecho nunca me ha gustado encerrarme en una parte; me gusta más estar en un lugar donde me pueda mover. Quizás, por los tiempos de ahora, el gimnasio es una solución, pero a mí me gusta más ir a jugar fútbol a una cancha con pasto y con árboles.
“Desde chico me gusta salir y hacer cosas no programadas. De repente un sábado se me ocurre ir a Rancagua sólo para conocer”.
-¿Es posible combinar esa espontaneidad en tu vida con los horarios en el canal?
“Es difícil. Yo creo que se puede, pero es complejo. Al principio pensé que no iba a ser tan complicado, pero me he dado cuenta de que es difícil, porque tengo obligaciones: llegar un tiempo antes para ver de qué vas a hablar, meterte a los medios. Pero cuando puedo lo hago. Me gusta escaparme, fundamentalmente a hacer cosas que no he hecho”.
-Entonces ¿cómo te llevas con la rutina?
“Es que trato de ser liviano con mi vida. Mi pega no es todo, pero es una cuestión muy importante que cuido mucho y de la que me siento responsable. Trato de hacerla no tan rutinaria, aunque yo sé que es rutinaria en sí. Trato de hacerla más liviana, más de salir, más de llevarla más cómoda, para que no sea tan pesada”.
-¿Eres muy trabajólico?
“Trabajo harto, pero no sé si trabajólico es la palabra; pero trabajo harto porque esto me exige. Por mí trabajaría lo justo, pero en esta pega tienes que cumplir de repente con horarios que no son de tu agrado”.
-Asumes el costo que implica hacer tu pega.
“Sí, desde que empecé a trabajar en radio el '99, cuando todavía estudiaba, muchas veces renunciaba a los cumpleaños de mis papás y a pasar el 18 con amigos. Tengo la suerte de que la gente que está al lado mío cacha que yo me dedico a esto. Ahora, claro que a mí me gustaría pasar mi 18 en otra parte, lo reconozco”.
-¿A quién admiras dentro del periodismo deportivo?
“Admirar, admirar, no. No tengo como mi ídolo. Yo siempre he dicho que, va a parecer patero, Schiappacasse siempre me gustó como periodista, por un estilo irónico y porque el tipo se nutre y es culto. Por eso, cuando llegó a trabajar acá, para mí fue un agrado tenerlo cerca, para poder aprender de él”.
-¿Te gustaría explorar otras áreas del periodismo, como él?
“No. Uno nunca puede decir nunca, pero creo que tengo que ir lento. Para mí el camino siempre es pausado. Yo voy analizando las etapas que vienen, pero no me gustan los pasos largos, porque después te puedes caer y, como dicen, los porrazos duelen”.
-Pero ¿no crees que ya has ido muy rápido?
“Creo que sí he ido rápido, pero siempre he dicho que una cosa es llegar y otra mantenerse. Llevo un año desde que pasé a tener más tribuna diaria y hasta el momento hay un tiempo que he logrado mantenerme. Entonces eso, no hay duda, lo he tomado bien y lo he hecho con calma. Pero para la edad que tengo, sin duda los pasos han sido rápidos”.
-¿Te asusta eso?
“Me da un poco de… lo pienso, lo medito, no pasa así no más. Es un tema para mí, lo trato de llevar con mucha tranquilidad y sabiendo que la única forma de mantenerse es respondiendo, siendo cada día mejor y no dormirse en lo que estás.
“Yo sé que hay mucha gente que quizás no sólo quiere estar donde uno está, sino que superar eso y uno tiene que defenderse. Para mí la mejor defensa es trabajar bien”.
-¿Cómo es tu relación con Julito Martínez?
“La relación que hay es poca, digamos. Yo no lo veo todos los días, no lo veo nunca. Pero cuando me lo he encontrado la relación es como tiene que ser: de una persona que está empezando a una que lleva muchísimo tiempo. Pero una relación que yo sé que es, que la gente la puede ver, como complicada, como incomodo para mí o para él”.
-¿Es verdad que se sintió molesto cuando llegaste a hacer comentarios?
“No sé”.
-¿Nunca lo hablaron?
“No, conmigo no”.
-¿Es cierto que tú quieres ocupar su lugar?
“No, yo he ido ocupando mis espacios como periodista. A mí me han propuesto muchas veces oye te vas a encargar tú de hacer los comentarios de Teletrece. En un momento fueron tales días, después yo tenía un exceso de pega y la idea de ese tiempo era que viniera un rostro, perfil que tiene Aldo. Entonces, a mí me dijeron oye, te cagaron, pero no me cagaron porque sigo los viernes y los domingos”.
-¿Cómo sería tu programa soñado?
“Sería un programa de deporte aventura. Hay que orientarlo temáticamente de alguna manera, por ejemplo hacer el sendero de Chile o el Camino del Inca, pero no lo he preparado”.
-¿Por qué?
“Porque no quiero meterme mucho. No me siento sobrepasado, pero sé que tengo harta pega y no quiero meterme en más cosas. Quiero abrochar unas etapas, sé que esto está empezando, falta mucho”.
-¿Y qué te diferencia de los demás periodistas deportivos?
“Me gusta no sólo dedicarme a un deporte tal. Me gusta relacionarlo con otras cosas, tratar de abrirme un poco más para que no ser tan cabecita de pelota y ojalá ser lo más natural posible. Tratar de ser uno, no más”.
