No por nada se ha mantenido vigente 14 años en televisión, y eso que se expone diariamente y durante más de cuatro horas; trasunta simpatía, humildad y generosidad. Es lo que en jerga popular se califica de "un buen gallo". Centrado, espontáneo, sin tratar de esconder nada, es un agrado conversar con él y las horas pasan volando.
Es cierto que muchos lo califican de "simple" o de "cabeza de músculo", por su origen deportivo que no es menor (fue seleccionado nacional de vóleibol e incluso tuvo la oportunidad de irse a jugar fuera, pero se quedó en Chile por su otro enorme amor… Silvana, su mujer, con la que lleva más de 25 años juntos); sin embargo, esa simpleza no es tal, si no un enorme sentido de responsabilidad hacia la comunicación que debe ser efectiva para quien la recibe, "sin importar si mis preguntas parecen obvias para los más informados", explica.
A pesar de que anunció hace tiempo ya su retiro del "Buenos días a todos" de TVN; la enfermedad de la madre de Felipe Camiroaga – el otro conductor masculino- ha prolongado su estada en el programa: "No me podía negar a esta situación totalmente extrema de que falta un animador". Pero, tal vez por eso mismo, se le ve más relajado y chispeante que hace un tiempo.
-¿Te vas por cansancio?
"No estoy cansado… bueno, físicamente, todos estamos cansados… fin de año, porque esto sigue siendo fin de año. El tema es otro, es que la forma de funcionamiento me agotó ¿y si no lo hago ahora, cuándo?"
-Pero hay riesgos cuando se deja un programa tan exitoso.
"Hay riesgos, claro que hay riesgos. Yo soy súper racional, no puedo correr riesgos innecesarios con cuatro hijos. El tema no pasa por si el programa que voy a hacer va a pegar o no; a mí me preocupa si voy a poder seguir manteniendo la casa. Eso es lo que me preocupa, porque esto de salir en la tele es sólo un trabajo".
-¿Sólo un trabajo?
"Bueno el trabajo, pero sólo un trabajo. Yo, por lo menos, no recibo las compras del supermercado de regalo por trabajar en la tele; tampoco me cobran la mitad en los colegios por ser Jorge Hevia. En ese tema muy pragmático, mi sensación es que – y de esto hace un año y medio o más, que lo estoy conversando con un círculo muy cercano- ya era suficiente.
"Escuché las opiniones de otros, pero, finalmente, la decisión la tomamos la Silvana y yo".
-¿Cuál fue ese análisis?
"Julio, lluvia, frío, 6.30 de la mañana, oscuro, llegar al programa para lo mismo… ¡no! Iba a empezar en un desgano y, tal vez, una de mis fortalezas es las ganas que siempre le puse.
"Creo que en la televisión de hoy día, uno pone mucho de su cuore, de su corazón, de la ganas, del ánimo y yo le pongo mucho de eso. Si no había ese ánimo, la cosa no iba a funcionar".
-¿Quieres hacer otras cosas?
"Sí, estaba el bichito y me decía
¡veamos, arriesguémonos!. Esta claro que nunca tan gil, tampoco, no me iba a ir así no más".
-Además el canal te conoce y confía en ti, y eso es una gracia.
"Sí, el canal confía mucho en mí, pero es que esta cuestión es trabajo; esto no es que el que tiene las mejores notas o el que aparece más veces en portada. Esto es tra-ba-jo; el canal confía en los trabajos y sabe que por eso puede confiar en mi".
Cuenta que, sin exagerar, no cree haber faltado más de 15 días en catorce años; exceptuando el período de la lesión de su rodilla. De hecho, hubo años en que no faltó si una sola vez. "Esa dedicación, esa fortaleza –que le agradezco a mi papá y a mi mamá, por los genes- me permitió estar permanentemente. En el fondo, eres como de esos hijos que no generan preocupación".
La primera vez que le anunció al canal su deseo de dejar el matinal, la estación no lo aceptó, mostrándole como contraparte, los altos raitings que obtenían a pesar del tiempo en pantalla. A fines de 2004, ya no quería esperar y habló con Pablo Ávila (director de producción de contenidos). "Él entendió mi mensaje, que yo no quería trabajar menos ni hacer un programa prime… ¡no! Sólo quiero trabajar en otro horario, en uno que me acomode a mí y también al canal, pero no más en la mañana", relata.
-¡Es que son catorce años!
"Es mucho. Quiero ir al cumpleaños de algún hermano o de algún amigo y, si quiero, quedarme hasta las 4.00 de la mañana; parece una cosa muy banal, pero, para alguien que se tuvo que cuidar tanto tiempo, es un tema.
"Quiero irme un fin de semana a la playa y poder volver el lunes en la mañana… temas de ese tipo".
Se ríe de él mismo y agrega que "como tiene buena nariz, también es un tema de oler cosas. Las relaciones con el equipo hasta ahora se mantuvieron muy buenas, pero creo que el desgaste de tanto tiempo en cualquier minuto se iba a notar. Yo prefería terminar en muy buenas relaciones con gente que he hecho una vida; entonces, como dice Davagnino, llegó el momento".
-¿Pesó que entrara Felipe o entró porque ya te ibas?
"Felipe, entre otras cosas, entró porque yo iba a salir. Además, cuando a mí me preguntan cuál era mi percepción respecto a que se integrara, me pareció genial. Me facilitó la tarea de irme, sin duda alguna.
"Igual, este es mi programa; se fue la Margot, la Karen, pero siempre había un denominador común que era yo. Nunca me hice problemas, como rostro del canal, porque se me iban las partners. La llegada de Felipe, entonces, permitió ser un poquito irresponsable; en el sentido de decir
¡sabís que más, da lo mismo, hay dos!. Me refiero a que hay una dupla de animadores que me ayuda a dejar el programa sintiéndome completamente tranquilo".
-Parece que el destino no quiere que te vayas todavía.
Se ríe: "Felipe ha estado con problemas y me quedé, poh. Como dije, cuando me llamaron,
no me lo tienen que pedir. Yo supe de esto y, chao, lo hago; el cansancio y todo lo demás da lo mismo.
"No es para que me entreguen un galvano ni coloquen el héroe, no, es simplemente porque así lo siento, así es y porque este programa fue, es y va a seguir siendo una parte de mí".
-Además siempre tuviste una relación súper cercana con Felipe.
"Sí. Además no somos competencia. Llegamos a segmentos de edades distintos, vidas muuuy distintas. No; al contrario, él y yo hemos conversado largamente sobre la vida. Y lo reemplazaré hasta que sea necesario".
-¿Y después?
"Ojalá el área deportiva y un programa que no sea de mañana ni diario. Quiero hacerle cariñito al deporte, que es tan maltratado, sobre todo al no profesional".
"Yo trabajo porque me gusta y porque me pagan cada 30 días y muy bien"
La vida íntima ante todo