La flexibilidad laboral ha estado con fuerza en el debate público desde hace un tiempo. Y la mujer asume un papel central en ella.
La discusión debiese colocar el acento en la flexibilidad laboral como una alternativa válida para compatibilizar el trabajo de mujeres y hombres con la vida familiar, una política empresarial pro familias, más que pro mujeres.
Un estudio recientemente realizado por la Asociación de Mujeres Ejecutivas de los Estados Unidos indica que las mejores compañías aprovechan los beneficios de contar con empleados (as) de alto potencial, ofreciéndoles oportunidades de crecimiento y una cultura de trabajo donde puedan prosperar, sin descuidar su vida familiar.
El estudio Conciliación familia / trabajo de ComunidadMujer y Adimark (2004) analiza las políticas de recursos humanos de 105 empresas chilenas en torno a la flexibilidad laboral. Del total de trabajadores estudiados, el 61% son hombres y el 39% mujeres.
Los resultados muestran que el 64% de las empresas chilenas no aplica ningún tipo de flexibilidad.
En el 16,2% se puede trabajar desde la casa, en el 5,7% hay teledespachos, en el 12,4% video conferencia y en el 20% la empresa costea servicios de internet para sus empleados.
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Con mayor flexibilidad las empresas podrán hacer ajustes, sin necesidad de despedir.
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En cuanto a las jornadas laborales flexibles, en el 48,6% de las empresas se puede trabajar medio día, en el 31,4% está permitido trabajar más horas a cambio de medio o un día libre a la semana, en el 28,6% los empleados deciden las horas de inicio y término de su jornada, en el 23,8% puede accederse a empleos compartidos, en el 25,7% se puede trabajar menos horas a cambio de un sueldo proporcional, y en el 19% los empleados están contratados por un número de horas de trabajo anuales.
Ampliar las alternativas e incidencia de las prácticas de flexibilidad laboral posibilitaría un fácil ingreso y egreso del mercado laboral, y que el propio empleado distribuya su tiempo y lugar de trabajo sobre la base del cumplimiento de objetivos. Las empresas dispondrían de mano de obra cuando la necesiten y podrán hacer ajustes sin necesidad de despedir.
También permitirá que hombres y mujeres compartan en familia.
