Pantalones cortos de jeans, polera verde, jockey y zapatillas. El pelo revuelto como todos los de su generación; ojos color miel con enormes y crespas pestañas, que expresan todo lo que va diciendo. Tiene casi un tic con masajearse la barbilla y sacarse y ponerse el jockey.
-¿Eres guapo?
"Sí; o sea, no me encuentro el medio mino, como que guauuu, así, modelo, ni mucho menos. Pero me encuentro una persona interesante, atractiva; tengo un mundo interior que se refleja mucho a través de los ojos, de la mirada. Es cuando como uno mira a alguien
y uno cacha que esa persona tiene algo adentro, que vive de su mundo; creo que eso lo tengo, por eso me considero atractivo, guapo, no sé".
-Hablemos de tu vida más privada. ¿Deseos no cumplidos?
"En lo profesional, hacer cine; pero está ahí, se viene, se viene… ese es un gran deseo que todavía no está cumplido".
-¿Te gusta la música?
"Muchos tipos. Me gustaba el Heavy Metal, aunque ya no lo escucho tanto; eras más de mi época de adolescencia, ahora es más bien de culto y lo sigo escuchando.
"Me gusta mucho y estoy muy pegado con la música chilena, con "Los Bunkers", las bandas nuevas… bueno, con Álvaro Henríquez, con los "Difuntos Correa" (soy amigo del vocalista que estudia teatro en la Católica), y me gusta mucho la cueca, la cueca urbana".
-¡La cueca!
"La cueca chora. Tengo unos amigos –"Los Tricolor", que son utileros de este canal- que sacaron un disco hace poco con Daniel Muñoz. Eso me raya, encuentro que es un lenguaje increíble; lo que se habla en las cuecas, la poesía, la música, la onda, la vida que hay; es un mundo que el chileno común no conoce; el chileno conoce la cueca tradicional, folklórica, la de "Los Huasos Quincheros".
-¿Cuál es la diferencia entre una y otra?
"Esta cueca relata la vida del chileno, la vida en las calles, muchas historias de amor".
¡Como el hiphop!
"Claro, claro, pero viene de mucho antes. Tiene una tradición hermosa y como se canta y toca el pandero, el tormento… Uff ¡me raya!
"Tengo ganas de hacer algo con la cueca, un proyecto de teatro, pero eso es para más adelante, cuando pueda armar algo sólido con los cuequeros".
Nicolás toca el pandero y el tormento: "Ahora estoy tratando de coordinar el canto, con la tocá del pandero, pero no es nada de fácil. Estamos aprendiendo. Es difícil cantar cueca, eso sí que es complicado. Pero hay unas lindas y no tan difíciles de cantar, y ahí estamos, tratando de aprender".
"Cuenta que se junta con sus amigos cuequeros y hacen malones y asados, "nos ponemos a tomar vino y a cantar cueca y ahí… ¡toda la noche!".
También le encanta el deporte, fue seleccionado de rugby del colegio desde tercero básico. Ahí jugaba con Diego Muñoz. También en el Stade Francaise. Luego se preparó para representar a Chile en ese deporte, pero entró a teatro y no pudo.
-¿Qué otros deportes?
"Me encanta el deporte: ando en skate, en bicicleta, hago harto surf, monto mucho a caballo y juego harto golf; también tenis. Últimamente lo que más he estado haciendo es golf y surf.
"El golf, aunque se vea como más fome, en realidad es un deporte que sirve mucho para la mente: te relaja, te desconecta, caminas en prados hermosos con árboles espectaculares; siempre rodeado de un paisaje muy rico. Entonces, sobre todo acá en la ciudad, tenís un tiempito y – con el Diego Muñoz que también juega- nos decimos tenís un tiempito, no seguís grabando y nos vamos a jugar un golfete.
"Creo que el deporte es muy importante para la salud mental y física. Es primordial".
-¿Cocinar, te gusta?
"Sí, me gusta harto inventar cosas, comidas comunes, cositas ricas, pescaditos al horno; no sé, arrocito, puré. De hecho, para el Año Nuevo, cuando nos juntamos, compramos un cordero y, como supuestamente, yo era el hombre de campo, tuve que quedar bien parado y lo preparé en el horno de barro. Quedó excelente, parece; tuvo muy buena venta".
-¿Por qué el hombre de campo?
"Porque mis papás viven en el campo, un poquito más al sur de Rancagua, entre Requínoa y Rosario".
Vive con dos amigos y comparten labores, a pesar de que tienen nana. "La señora Lidia es un amor, nos quiere mucho y es la nana de uno de los amigos que vive ahí". Uno de ellos es publicista y el otro, periodista y estudia teatro; ambos ignacianos, "así que tenemos una educación bastante parecida, nos llevamos súper bien y ni un rollo".
-¿Eres ordenado?
"Soy relativamente ordenado, no maniático, pero me gusta tener mis cosas ordenadas, mi pieza despejada".
-¿Trapero?
"Trapero y cosas, siii, de repente paso hasta la aspiradora".
-¡No, me refiero a la ropa!
"Ahhh, jajajaja, pensé que me estabas preguntando si de repente pasaba el trapero. Sí, me gusta comprarme ropa, pero cuando necesito no más".
-¿Tienes algún miedo?
"Miedo… miedo a –es que ni siquiera lo siento como miedo, porque creo que no me va a pasar- pero me daría mucha lata que tuviera algún accidente que me impidiera seguir actuando: quedarme inválido, perder una pierna, que me pasara algo en la cara o en los ojos. Creo que el cuerpo es un templo muy importante para todo ser humano.
"¿Qué otros miedos?... A perder el norte, a perder la sencillez, a creerse el cuento. Creo que es algo que no me va a pasar a mí, porque soy bien aterrizado. Mi máximo miedo es a perder la cabeza, a volverse loco".
En cuanto a política, se declara abiertamente de izquierda, pero cuenta que menos mal que no está inscrito, porque, si bien le gusta Michelle Bachelet, se hubiera sentido un poco traidor votando por ella, porque "uno de los hijos de Piñera era compañero mío de curso y me pasé mucho tiempo bolsiando comida y vacaciones con él y la Cecilia y vaciándoles el refrigerador".
También se refiere al tema de la mujer: "Me parece súper bien que las mujeres tomen la batuta; porque en varias cosas son más sabias; todo ser humano viene de una mujer y creo que tienen una sabiduría que los hombres nunca llegaremos a tener… nunca nos podremos imaginar lo que es tener un ser dentro de uno… la mujer tiene eso que uno nunca va a comprender, que es dar la vida, dar a luz. La mujeres son muy inteligentes, son muy sensibles, tienen más tacto… ¡A un hombre no se le hubiera ocurrido hacer el programa de la primera dama –a quien admiro muchísimo- 'Sonrisa de mujer' Eso es de un tacto, de una sensibilidad… es realmente observar y fijarse en algo".
-Hablando de amor… ¿cuánto tiempo llevas pololeando?
“Llevo… la verdad no he contado, porque nunca le he pedido pololeo, jajajaja. Nada, estoy con ella hace ocho o nueve meses”.
-¿Es de este ambiente?
“No, no, nada que ver. Estudia teatro también, pero no le gusta nada relacionado con la televisión”.
-¿Vicio privado?
"El sexo, de todas maneras".