El comercio a través de internet recién está abriéndose espacio entre los chilenos. Bien lo sabe la ingeniera comercial Karen Weisselberger (34, soltera), quien hace dos años inició su tienda virtual K. Business and Marketing (
www.keypoint.cl), especializada en juguetes de grandes marcas y regalos para las fechas especiales.
La idea la trajo de Estados Unidos, donde vivió medio año en 1996. "Allá todo el mundo compra por internet.
Yo pensaba ojalá pudiera incorporar en Chile esta idea de comprar sin moverse de la casa. Se me venían a la cabeza todas los solteros a los que les da lata ir a comprar, y a aquellas mamás que no pueden salir por el cuidado de sus hijos", recuerda.
En 2003 decidió concretar su proyecto. Renunció a su trabajo en un banco y se lanzó a la aventura de crear K. En ella, los clientes acceden a un catálogo de productos a través del cual pueden comprar a un precio muy conveniente, pagando contra entrega en efectivo o con cheque al día.
Karen despacha el pedido en 24 horas, tanto en Santiago como en regiones.
Eligió los juguetes porque son fáciles de comercializar. "Me gustó la idea porque tampoco necesitaba capital inicial. A las marcas infantiles las conocía por mi trabajo anterior, así es que todos los productos los recibo por convenio".
También ocupa el mismo sistema para los regalos especiales para hombres y mujeres.
Los primeros meses fueron muy difíciles, "sobre todo porque éste es un negocio que tiene períodos buenos y otros más malos. Reconozco que me fui por el camino difícil".
Sus mejores clientes son las empresas y jardines infantiles, que le hacen grandes pedidos para las fiestas, aunque también recibe muchos encargos de particulares.
De hecho, por estos días vive su peak de ventas. Durante diciembre recibió más de 60 mil visitas, las mismas que para el día del Niño o, ahora, a comienzos del año escolar. El resto del año la afluencia es algo más baja, pero la proporción de clientes es fija: 30 por ciento de gente de regiones y un 70 por ciento de Santiago.
Hoy su negocio le reporta cifras azules, ya que sus gastos fijos son mínimos: sólo debe invertir en teléfono y repartidores.
Además, junto con las ventas, Karen también realiza asesorías en marketing a empresas, lo que complementa su negocio. Todavía no tiene claro cuáles son sus proyecciones, "pero siento que vale la pena seguir, porque el mercado está en crecimiento. Además, no es llegar e irse, porque no fue fácil empezar. Hay que saber coordinar todo muy rápido, envolver los regalos... A veces me quedo yo haciéndolo. Es que yo le hago a todo", dice.
