Nació el 4 de diciembre del 48, es sagitario y estudió toda la vida en el Saint George, "un colegio que siempre ha sido de la diversidad más brutal y a mucha honra te lo digo. Los georgianos somos súper unidos, salvajes, somos una cáfila". Casado hace 33 años con Pelusa Simonetti, tiene cuatro hijos y una nieta de un año, "la Celeste, que es exquisita".
Es, por tercer período consecutivo, el alcalde de Vitacura. Bajo su mandato, la comuna ha experimentado un gran progreso en infraestructura, hoteles, restoranes y su "última joyita", el Barrio Cívico, al que se trasladaron todos los servicios (electoral, registro civil, ornato y aseo, entre otros) y que, además, tiene cafetería y un auditorio que puede ser usado para actividades de diversas organizaciones.
-¿Cuándo decidiste dedicarte al servicio público?
"La verdad, es re curioso, yo era presidente de una industria salmonera y, además era dirigente de la UC. Cuando se fundó RN, Andrés Allamand que es muy mi amigo, también del Saint George, rugbista como yo, me convidó a ser uno de los fundadores del partido y participé, pero después no tuve ninguna presencia política.
"Para las primeras elecciones municipales, al principio del '92, Andrés me llama y me dice
Tronquito tú vas a ser nuestro candidato a alcalde por Las Condes.
Le iba muy bien, tenía muchas actividades empresariales "estaba súper, súper bien en mi vida", pero le quedó la duda y Evelyn Matthei -"en ese tiempo eran re amigos ellos dos"-, la diputada recién electa por el distrito, también insistió en que se presentara.
Un día estaba en una reunión de directorio de la salmonera y uno de sus amigos lo notó raro; le preguntó qué le pasaba y Torrealba le contestó que la cosa de ser candidato lo tenía atravesado; por supuesto, el amigo le dijo
¡entonces diles que no, no más!.
Tienes razón, es lo más obvio que hay, contestó el actual alcalde de Vitacura. Dejó su oficina en el centro y se dirigió a la sede de su partido en Antonio Varas; ni siquiera en un auto, en un taxi, para que fuera más rápido. Llegó a Renovación Nacional, se juntó con Allamand y Evelyn Matthei y… ¡salió con su ficha de candidato firmada! "Soy un gallo de firmes decisiones", dice, mientras se ríe a carcajadas.
-Pero ahí sí que pudo ganar Lavín.
"Yo era el candidato ganador, pero –a última hora- la UDI inscribió a Joaquín Lavín, que venía de perder la candidatura a diputado. Ahí lo conocí.
"Salí segundo y me encantó el cuento. Había tenido experiencias en lo gremial, en lo deportivo, había sido dos veces presidente de la UC, dos veces vicepresidente del fútbol chileno, también secretario de la Confederación de Dueños de Camiones…"
-¡Te gusta mandar!
"No, no, no, me gusta trabajar con la gente. Por eso me encantó la municipalidad, porque es un lugar donde, de verdad, puedes hacer cosas con la gente y para la gente.
"Se armó un lote fantástico, donde todos entendimos que el tema municipal no era el lugar donde hacer política –nosotros éramos todos políticos-, sino una instancia de servicio".
-Eso queda claro con el porcentaje de gente que vota por ti.
"Tengo el 75 % de lo votos. Voy a decir que son todos Renovación Nacional… ¡tendría que ser idiota! La gente vota, en las municipales por la gallá que siente que le va a resolver los problemas.
"Además, que la gente de la Concertación sabe que el alcalde de Vitacura no va a ser de sus filas, entonces no hace gallito político, busca a alguien que le dé garantías ¿Tú creís que gente de derecha no vota por Rabindranath Quinteros en Puerto Montt?… ¡a patadas, a patadas! Y eso pasa con muchos más… Bueno ya me estoy arrancando con los tarros… así fue como llegué a esto y estoy súper feliz de estar acá".
Llegó a Vitacura porque el distrito de Las Condes se dividió en tres comunas: Vitacura, Lo Barnechea y la propia Las Condes. En la repartija política, el alcalde de la primera es de RN; de la segunda, RN y de la tercera (que es casi el doble de las otras dos), un UDI.
El primer alcalde de la comuna fue Miguel Allamand, el padre de Andrés, quien, a mitad de carrera, renunció el año '94. "Todos creían que iba a asumir Sara Navas, la primera concejala RN por aquí arriba; hay uno de esos discordios que solemos tener nosotros en la Alianza (se mata de la risa) y la Patricia Alessandri aparece por adentro y ¡fiu! alcaldesa", cuenta.
En las municipales del '96 ganó las elecciones con alguna holgura y con el apoyo tácito de Joaquín Lavín, con quien había formado gran equipo en Las Condes. "Vitacura estaba pasando por un momento re fregado, era como el niñito pobre mirando para el jardín del niño rico, porque en Las Condes andaba todo perfecto y aquí había una mocha atroz", agrega.
Raúl, "Tronco", Torrealba no tiene pelos en la lengua. Contesta lo que se le pregunte y tiene gran sentido del humor. Defiende a morir los avances que ha experimentado Vitacura y espera que éstos cada día sean más.
-¿Por qué el apodo de Tronco? ¿Por el rugby?
"No, fijaté, por el fútbol y no por malo. Todos me dicen Tronco: mi nieta, mis amigos, mi mujer".
-Pero cuéntame por qué.
"Como te conté, estaba en el Saint George, que, necesariamente, tenía que ganar siempre. Estábamos jugando un partido de fútbol contra un colegio chico al que había que ganarle sí o sí. Pero nos iban ganando porque tenían un gallo de centrodelantero que era muy grandote –era como I medio de ahora- y nos había hecho dos goles.
"Yo jugaba rugby y el entrenador me dice
tú Torrealba que te creís tan fuerte, tú a marcar a este gallo. Como estaba más acostumbrado a hacerlo por el rugby, tuve éxito. Entonces, uno de los jugadores del equipo me dijo
¡bien, estai como un tronco de firme!, y de ahí pa' adelante…"
A renglón seguido, cuenta que su abuela –que se dedicaba a atender el teléfono en su casa-, muy enojada, cuando preguntaban si estaba "el Tronco", contestaba
aquí no hay ningún Tronco, se llama Raúl Fernando y cortaba. "Mi hijo es 'Tronquito'", sigue.
- Volviendo al tema, ¿Qué se siente haber sido reelegido varias veces?
"Varias cosas; primero, mucho agradecimiento".
Vuelve a irse por las ramas y dice: "A ver, ser candidato es atroz. El único momento en la vida en que un hombre se asemeja a una mujer embarazada de nueve meses, es cuando es candidato. Nos ponemos minas, nos ponemos sensibles, llorones; todo nos afecta; vives perseguido hasta el infinito".
-¿Cuántas veces más te presentarás a la reelección?
"Uno puede presentarse todas las que quiera. El tema no es la ley, sino por dos cuestiones: por la prudencia, tanto del candidato como de los electores; y la segunda, es lo personal…"
-La familia, el cansancio…
"Eso es re fregado, pero fundamentalmente es otro el tema: uno tiene que saber irse y no que te echen.
"Con mi carácter sagitario, me gusta ganar; no sé cómo soportaría una derrota. La única derrota que he tenido fue frente a Lavín en Las Condes".
-¿No sabes perder?
"Me cuesta enfrentar las derrotas. Hay que estar preparado para aceptarlas, pero no hay para qué exponerse. Porque hay ciclos que se cumplen. Tengo claro que algún día me voy a tener que ir de aquí".
Un político que sólo quiere ser alcalde
"Yo vivo rodeado de mujeres"