Estas telas previenen la displasia de caderas en los pequeños, fomentan el amamantamiento, y el contacto directo con la madre los mantiene quietos.
07 de Marzo de 2006 | 16:48 |
Ver a mujeres cargar a sus bebés en la espalda, envueltos en coloridos chales, es parte del paisaje popular en el norte del país. Y esas mantas, llamadas rebozos en México, amauti en Australia y aguayos en Chile, increíblemente se están popularizando entre las europeas, quienes prefieren buscar alternativas naturales para criar y educar a sus hijos.
Y la razón es simple. Estos "canguros" de género, que permiten que el bebé permanezca pegado a la madre, al parecer traen muchos beneficios para el recién nacido, como un desarrollo precoz del equilibrio; una mejor digestión, gracias a la posición vertical que adoptan; además de coordinar los latidos del corazón de la madre y el niño, estimulando el apego entre ambos.
"Mi mamá me cargaba en un aguayo y yo también los utilicé con mis cinco hijos, porque permiten trabajar y desenvolverte libremente sin tener que abandonarlos", cuenta Silveria Mamani, artesana aymara de Iquique.
-¿Pero no es incómodo para las guaguas andar amarradas? "Para nada, puede ser incómodo para las mamás por el peso, pero para ellos, nada. La gracia es saber trajinar a las guaguas para que queden tranquilas y puedan moverse. Con tres amarres el paño está listo".
-¿Sólo se usa en la espalda? "No, adelante también. Cuando uno está tejiendo o trabajando lo lleva atrás, pero el resto del tiempo adelante. Así el niño toma pecho cuando quiere, sin molestar, y se crean lazos más fuertes entre la madre y su hijo, no como ahora que las mujeres dejan a sus crías con la nana y el pequeño se encariña más con ellas".
-A las europeas les gustan mucho los aguayos, ¿lo sabía? "Son muchos los turistas que nos compran, porque los hacemos tejidos de alpaca o de género para el verano. Pero son los hombres extranjeros los que más los usan. Nada que ver con Chile donde son muy machistas y los hombres jamás cargan a los niños".
El pediatra Tomkas Walter es uno de los defensores de estas prácticas telas portabebés y confirma sus beneficios. "Ayuda a los niños que sufren de displasia de caderas, y también la previene. Su uso además incentiva el amamantamiento, porque las chilenas apenas pueden lo suspenden, y beneficia el apego materno".
-¿Puede ser peligroso para el niño viajar en la espalda? "No, el único peligro es que le tiren el pelo a su mamá, así que las mujeres deben hacerse trenzas en sus cabellos para que el niño no se lo desordene ni se lo chupetee".