La artesana mapuche Rosa Aillal se siente orgullosa de su cultura y del rescate de las tradiciones que se estaban perdiendo. No sabe hablar mapudungún, "lo entiendo pero no puedo devolver la palabra", pues creció en un tiempo cuando no se le tomaba importancia a lo propio y primaba el castellano.
En la labor artesanal , poco a poco ha revivido el reencantamiento con una rutina. "Tejo porque es bonito tejer y porque con esto puedo comprar mercaderías, cubrir los gastos de mi casa, la educación de mis hijos", comenta Rosa. Ella no tiene sus propias ovejas porque el dinero no le alcanza para terrenos donde puedan pastorear; pero igual se encarga de la faena completa: compra la lana, la hila, la lava y la escarmena. Luego
la tiñe en sus ollas de aluminio dándoles color naturalmente con hojas de durazno (verde), barros del monte (plomo azul) y cáscaras de cebolla (naranjo).
Gracias al
Proyecto Araucanía Textil, Rosa y un grupo de veinticinco mujeres artesanas mapuches de la novena región, se está motivando en el rescate de sus tradiciones.
La diseñadora Maricarmen Oyarzún, gestora de este proyecto, buscó sensibilizarlas y capacitarlas para
promover un rescate de sus símbolos y tradiciones y con ello generar nuevas líneas de tejidos contemporáneos mapuche. La idea se concretó a fines del 2004, dentro del marco del evento Circuito Identidades Latinas creado por otra gran impulsora del intercambio entre diseño y tradición, la argentina Laura Novik y desde entonces han sucedido experiencias inéditas y enriquecedoras. Por ejemplo, que las artesanas conocieran los circuitos de venta de sus productos en Santiago y se acercaran a los desafíos de ser emprendedoras mejorando sus habilidades y conocimientos; también que recibieran el feedback de la significancia de sus propios códigos y símbolos textiles, tomando con ello el peso de su identidad como patrimonio cultural.
Hoy Araucanía Textil está auspiciado por el Programa Orígenes Mideplan - BID. La Fundación Chol Chol fue la institución ejecutora de la fase uno y actualmente, en la segunda fase, está siendo ejecutada por la Corporación para el Desarrollo Social de la IX Región, Corprix.
La artesana |
Hija de Marcelina Huilcán, tejedora mapuche, Rosa Aillal aprendió a tejer a los 22 años porque en un comienzo no le tomó importancia a este quehacer tradicional tan propio de su cultura. Hoy teje bajadas de cama, frazadas, murales con diseños y otros tejidos que vende a la Fundación Chol Chol y a la Municipalidad de Nueva Imperial. Con ello mantiene su hogar. Fue seleccionada para participar en el proyecto Araucanía Textil que busca innovar y revalorar la identidad textil mapuche. Asimismo, pertenece a la agrupación indígena Ñimi Kafe Pu Domo que reúne a 15 mujeres de su localidad. Tiene 41 años, 3 hijos y vive en Ruka Raki, una comunidad mapuche ubicada 20 kilómetros hacia la costa de Nueva Imperial.
Teléfono: 09 036 7851. En Santiago, sus productos están en la tienda Ona. |