Están recién empezando, pero tienen altas aspiraciones. No les basta con ser jóvenes, profesionales y tener el ansiado contrato en la mano. Van por más.
Quieren establecerse, aprovechar las ofertas del mercado inmobiliario y las favorables condiciones del sistema financiero. Ni ahí con arrendar. La cosa hoy es comprar.
Cuenta Max Purcell, gerente general de Collect Investigaciones de Mercado, que
uno de los cambios en el rubro inmobiliario es la disminución del promedio de edad de los nuevos propietarios.
"Los jóvenes hoy si se atreven más a comprar".
Por eso, apenas firman el ansiado contrato laboral, el segundo tema que resuelven es adquirir algún inmueble. Es que
muchos llevan años arrendando y no quieren más.
"Cuando arriendas, no puedes hacer lo que quieres, como pintar las murallas o lo que sea, además, al comprar adquieres un bien y dejas de perder plata", comenta Paola Vergara, analista de sistemas de 35 años que compró su departamento en Ñuñoa en 2004.
Según los datos de Collect,
quienes pertenecen al mercado de los recién contratados, tienen entre 25 y 31 años. Mientras que la edad promedio de quienes se animan a ser propietarios se acerca más a los 30. Y en general, la mayoría ha arrendado un par de años.
La renta promedio bordea los $800 mil y su situación de pareja de divide en tres partes casi iguales. Están los solteros, los casados y los con pareja estable, pero que aún no tienen expectativas de llegar a altar.
Son profesionales que terminaron sus carreras antes de los 27 años y lograron ser contratados en sus trabajos. Antes, la mayoría operaba con sistemas de honorarios o con contratas a plazo fijo, pero hoy están más establecidos. Y decididos a tener lo que quieren.
Las ofertas |
De acuerdo a los datos de Collect, la amplia oferta de departamentos de 1 y 2 dormitorios ha impactado a este segmento, pues tienen gran variedad para elegir una vivienda.
Es así como la mayor variedad de productos inmobiliarios, que bordean los 60 m{+2}, están ubicados en las comunas de Santiago, Providencia, Las Condes, Ñuñoa y Vitacura, en este mismo orden de oferta disponible. Y los valores más altos están en Las Condes y los más bajos en Santiago.
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"La intención de comprar una vivienda se hace tangible cuando los jóvenes ven estabilidad laboral, especialmente luego de un par de años de ingresos constantes", sostiene Max Purcell de Collect. Añade que si se analizan las cifras de ventas de viviendas en paralelo con las que miden la percepción de estabilidad económica de las personas, la correlación es altísima.
De acuerdo a los datos y testimonios, definitivamente los jóvenes de este segmento prefieren los departamentos más que las casas.
Las preferencias se orientan hacia los inmuebles de 1 o 2 dormitorios, según las estimaciones de Daniela Nahmias, gerenta de ventas de Constructora Nahmias.
Pero hay excepciones. Francisco Jaña se casó ayer por la Iglesia y optó por una casa en San Bernardo. Cuenta que la decisión fue netamente por un tema familiar y porque era el lugar que cumplía con sus requisitos de constructibilidad y precio. "Al principio vimos la casa como la definitiva, pero no sé si será para siempre", cuenta.
Así, la decisión de los recién contratados no es de largo plazo.
Explica Max Purcell que la tendencia está influenciada por el segmento socioeconómico, ya que mientras mayor sea el estrato, la compra se transforma en un puente a algo más definitivo. Situación que no es igual en segmentos más bajos, donde la decisión sí suele ser para toda la vida.
Es que generalmente la primera compra inmobiliaria no es la última. Paola Vergara ve su departamento como un espacio de transición, porque no le gusta estar en un solo sitio mucho tiempo y porque siempre le han gustado las casas. Una frase que se repite entre los entrevistados.
Trampolín definido
La mayoría tiene contemplado ocupar estos inmuebles mientras estén solteros o sus hijos sean pequeños. Coinciden en que su sueño es adquirir a largo plazo una casa en las afueras de Santiago, de amplias proporciones y con un entorno lo más natural posible.
Por ejemplo, cuenta Andrés Pizarro, gerente de ventas de Bosques de la Pirámide, que el 80% de los compradores son jóvenes profesionales de entre 25 y 35 años.
Y si bien,
la condición de transitoriedad está presente, quienes buscan un inmueble más grande terminan comprando en el mismo proyecto, asegura el ejecutivo.
Es que este mercado tiene un plan para lograr lo que quiere. "Después de un par de años pretendo arrendar el departamento que compré, así se paga solo y puedo adquirir una casa, algo así como una parcelita", relata Jorge Deantas, quien ya tiene un hijo en camino y por eso espera apurar su estrategia.
Es que, además,
los bancos no se complican en financiar a quienes están recién partiendo.
Según las entrevistas y datos de Collect, el 50% de los jóvenes utilizan la forma tradicional de pago, con un porcentaje de pie y el resto con un crédito hipotecario. Mientras que la otra mitad opta por financiamiento bancario más algún tipo de subsidio.
También, algunos jóvenes con poco tiempo en sus trabajos utilizan el apoyo de padres o suegros, a través del sistema de codeudor solidario y/o suma de rentas.
La cosa es firmar. Firmar en la pega y firmar la hipoteca.