EMOLTV

A favor de que los empresarios entren al mundo de la política

La nueva ministra de Economía es partidaria de que los empresarios ingresen al servicio público para que aporten toda la experiencia que tienen en gestión. Ella hará lo suyo respaldada por un currículo extenso y muy interesante.

08 de Junio de 2006 | 09:41 |
imagen
Dice que todavía no se acostumbra a ciertos protocolos; posar para fotografías, recibir periodistas, salir en los diarios. Pero, como buena alumna, se somete a las instrucciones sin chistar y se relaja a medida de que la sesión de fotos avanza.

Se la ve contenta al frente del ministerio de Economía, y algo de orgullo hay en el hecho de que es la primera mujer en ocupar ese cargo desde que fue creado. No tiene ningún temor frente al hecho que navegará en aguas que son, mayoritariamente, masculinas, porque experiencia en eso, tiene de sobra.

Trabajólica, su escritorio exhibe carpetas y carpetas de información sobre los distintos aspectos que abarcará su tarea y su agenda está sumamente apretada. Con un extenso pasado en el sector privado, hoy, está abocada a lo público y de ahí que su mirada sobre ambos mundos resulte interesante.

-¿Cuál es tu mirada general sobre el empresariado chileno?
“Le asigno harta importancia al rol de la empresa, su capacidad de generar actividad económica, valor y empleo. Tengo una mirada positiva del empresariado”.

-Ellos, aún así, generan resquemores en varios sectores sociales y políticos. ¿Son temores del pasado?
“Creo que cuando se habla de esto no se deja en claro que el empresariado chileno no son unos pocos grandes empresarios. Empresarios son un porcentaje altísimo de la población, la mayoría de la gente trabaja en empresas que no se contabilizan en el 2% de empresas más grandes. Hay medianas, pequeñas y microempresas.
“Cuando hablamos del empresariado apuntamos a un grupo muy reducido de ellos, sin tomar conciencia que hay muchos más tipos de empresarios, muchos de alta creatividad, de esfuerzo, que han dedicado toda su vida a emprender negocios, que no siempre son del todo exitosos y aún así perseveran en el intento. Valoro al empresariado chileno y creo que hay ahí un capital que tenemos que apreciar mejor”.

-A la cúpula dirigencial, entonces, se le ha criticado por ser ideologizada.
“En estas cosas me gusta tener cuidado, porque de repente uno puede herir susceptibilidades. No se pueden hacer generalizaciones, incluso, dentro de los empresarios más grandes y que tradicionalmente se les ha criticado. Hay de todo, hay gente de un alto grado de responsabilidad social empresarial y lo que nos interesa, es que cuando se critica, se haga con aquéllos que no tienen ese alto grado de responsabilidad con el país y su desarrollo. Es entendible que se critique, pero creo que también se debe comprender la importancia de los empresarios, los riesgos que corren, su rol”.

-Durante el gobierno del Presidente Lagos los empresarios reconocieron haber tenido una buena relación con él. ¿La ideologización ha cedido, se renovaron?
“Hay una mayor comprensión hacia el rol del empresario y es a lo que estoy apelando. Creo que durante el gobierno del Presidente Lagos la hubo y siento, que la está habiendo, en general, en diversos países. Se está valorando lo que significa emprender, iniciar nuevos negocios, traer nuevas ideas; ahí hay un aporte al país.
“Yo he sido muy defensora del empresariado, formé parte de la asociación de empresarios progresistas, por ser de la Concertación, que trataba de resaltar los valores más positivos del empresariado como es el atreverse a correr riesgos”.

-¿Qué pasa con el antagonismo empresarios-trabajadores? Pareciera que son dos mundos que no se tocan.
“Hay intereses, a veces, contrapuestos, en el sentido de que un empresario tiene que cuidar mucho sus costos, minimizar el riesgo de su negocio y, por otro lado, están los legítimos derechos de los trabajadores que velan por una renumeración adecuada por su esfuerzo. Esa discusión es válida, creo que cada uno debe presentar su punto de vista, lo importante es que se avance y creo que, en Chile, lo hemos hecho en la dirección correcta, que es disminuir los roces y lograr, en general, acuerdos”.

Ingrid Antonijevic conoció a la Presidenta Michelle Bachelet en un encuentro a fines de 2004, por lo tanto, aclara que no forma parte del grupo de amistades cercanas de la mandataria. Sabe que su caso es bien particular, porque es una de las pocas empresarias grandes del país –fue dueña y gerente general de Sal Lobos- que va a prestar servicios en un gobierno de la Concertación desde un alto cargo público.

Militante del PPD, –antes de asumir como ministra- estaba dedicada a las consultorías y debido a su participación en la campaña ya se había desligado de la administración de las empresas que posee. Es así como Forestal Matilla es manejada hoy por su hija Carola Saint-Jean, mientras que a su nombre se mantiene la administradora de inversiones Adin S.A. y el fondo de inversión, Capital de Riesgo S.A.

Historial
Si quieres leer entrevistas anteriores, linkea Mujeres top, arriba de esta página.

-La relación del dinero y la política sigue siendo confusa y no sólo en Chile. En Inglaterra se acusa a Tony Blair de ofrecer a empresarios títulos nobiliarios a cambio de aportes. ¿Cuál es tu visión?
“Es un tema bien delicado, porque es fácil presumir fallas o dolos; acusar es fácil y limpiar la historia de la gente después es difícil.
“Cuando se habla de la relación entre el dinero y la política se apunta al mal uso que se puede hacer de ello. El dinero se necesita para vivir, otra cosa distinta es abusar de dineros que no te corresponden”.

-Esto se convierte en tema cuando un empresario entra al mundo de la política. Surge cierta suspicacia y se plantea mantener los dos mundos separados.
“Creo que en cierto sentido estos mundos deben estar separados. No creo que los empresarios no deban entrar en la política, pero cuando están en la política no pueden hacer negocios. Eso pienso y la línea tiene que ser muy clara.
“Yo estoy aquí para servir al país, acompañar a la Presidenta Bachelet en el logro de sus propuestas y en ningún caso para usufructuar en mi favor”.

-¿Es esperable que los empresarios entren al mundo de la política?
“Sí y lo han hecho, históricamente ha habido Presidentes con empresas personales o familiares. Antiguamente no se podía estar en la política si no se tenía recursos propios.
“Creo que el límite no es que un empresario o una persona de recursos no entre a la política, creo que el límite es la ética de cautelar los intereses de la sociedad y eso es una obligación que tenemos todos los que estamos al servicio público. Yo no tengo ninguna confusión al respecto y no la veo ni de los empresarios hacia mí, ni del sector político con el que me ha tocado relacionarme”.

-¿Crees que los empresarios que entran a la política pueden romper con el mundo privado?
“No creo que tenga que romper con mis años de historia, creo que al contrario, lo que aporto es mi habilidad en los temas de gestión de negocios, que tiene que ver con un nivel de exigencia muy alto. Tiene que ver con un tema de resultados que al sector público creo que le hace bien y se puede hacer un aporte”.

-¿Pero tuviste que poner un límite con ese mundo?
“Lógico, pero creo que todo el mundo lo hace, que todas las personas, empresarias o no, tienen que poner el límite que corresponde. A mí no me complica el tema, pero entiendo que a otros sí”.

-¿Falta legislar en este ámbito? En la campaña se habló de crear la figura del fideicomiso ciego que debiera ser aplicable no sólo a un candidato presidencial, sino a cualquiera que postule a un cargo de representación popular.
“El fideicomiso ciego lo planteó Sebastián Piñera para resolver el problema de su fortuna, no veo porque tenga que ser aplicable a otros. Creo que hay casos y casos, volúmenes y volúmenes.
“Las normas que hay son más que suficientes, en cuanto a controles posibles; lo más será aplicarlas como corresponde. Poner muchas normas y reglamentos paraliza las cosas y si se insiste en esto lo único que se va a lograr es que muchos empresarios no entren al sector público, perdiéndose algo bueno, porque ellos tienen algo que aportar”.

-¿Por qué crees que hay tan pocos empresarios en política?
“Creo que el servicio público es una vocación y es algo que se puede hacer por un tiempo o de por vida. Cada persona tiene que hacer su opción y en lo personal, yo he ido derivando hacia un trabajo dirigido a la comunidad, me interesa aportar algo a mi país y le agradezco a la Presidenta haberme dado esta oportunidad”.

-¿Una de las razones por la que no hay muchos empresarios en política es que sienten que serán puestos en tela de juicio?
“Puede pasar, la gente no quiere verse expuesta. Es verdad que cuando uno está en el sector público es evaluado de una manera diferente. Cuando uno es dueño de una empresa o director de ella, se le evalúa por el mayor valor que crea para los accionistas y cuando se está en el sector público, se le evalúa por la capacidad de crear valor para los ciudadanos y ellos son exigentes. Uno está expuesto a críticas, pero vale la pena igual. Lo importante es tener fuerza y energía para llevar a cabo la labor”.

-¿Estabas preparada para la exposición que se hizo de tu persona? Se dio a conocer tu Dicom.
“Ahí se dio información que no era efectiva sobre las sociedades que tengo; el Dicom maneja información histórica que no coteja con la realidad; se dieron como hecho relaciones comerciales que ya no existen.
“No lo encontré grave, si uno tiene empresas es bueno que se sepa; yo no tengo nada que ocultar”.


Continúe leyendo:
Una economista que alentó a su hija a estudiar algo “más de mujeres”

“(La chochera de ser abuela) es mucho peor de lo que dicen”
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?