Ya sea por su alto contenido de antioxidantes, sus propiedades emolientes y regeneradoras, el cacao se ha convertido en una atractiva materia prima para la industria de la cosmética.
30 de Junio de 2006 | 09:49 |
El cacao, de donde viene el chocolate, posee una serie de propiedades naturales que lo hacen beneficioso para la salud del organismo en general y también la de la piel. No en vano, los mayas lo denominaban alimento de los dioses. Entre las virtudes que se le atribuyen destacan sus efectos antioxidantes, drenantes, lipolíticos, revitalizantes, suavizantes e hidratantes. El origen de estas propiedades está en las sustancias que lo componen, entre las que sobresalen los flavonoides, antioxidantes naturales que le aseguran propiedades regeneradoras y reconstituyentes. Además, cada grano de cacao posee también proteínas; minerales como el potasio, fósforo, cobre, hierro y magnesio; vitaminas A, B, C, D, E, K, B1 y B2, y 55 por ciento de lípidos.
Son estas propiedades y el efecto que pueden tener en la mejora del aspecto de la piel las que han despertado el interés de la cosmética, hasta llegar a transformar al cacao y el chocolate en principios activos de diversos productos de cuidado y belleza. De las acciones que rescata la cosmética en relación con estas materias primas, sobresale su poder antioxidante, emoliente, regenerante y reductor.
Antioxidante Estudios científicos de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Barcelona han confirmado las virtudes que puede tener el cacao para la salud de la piel debido a su poder antioxidante. Ello, por el alto contenido de flavonoides que posee, sustancias que ayudan a prevenir el envejecimiento de las células y con ello el envejecimiento prematuro a nivel cutáneo. De hecho, se estima que es capaz de reducir la oxidación y evitar que las células sean dañadas y, de esta forma, frenar el deterioro de la piel. Incluso, se ha hablado de estudios que dejan en evidencia que contiene mayor cantidad de antioxidantes que el vino tinto.
En relación con el uso del cacao con fines estéticos, se ha dicho también que si se utiliza en forma de chocolate, el amargo es más beneficioso que el que lleva leche. Esto, porque al añadirle el producto lácteo se inhibe el poder antioxidante de los flavonoides y dificulta su paso a la corriente sanguínea. Por tanto, se pierde su poder antioxidante.
Emoliente Al cacao y al chocolate también se les reconocen grandes propiedades emolientes, razón que explica el que sean utilizados también en fórmulas cosméticas destinadas a hidratar, nutrir y desintoxicar la piel. Del cacao también se extrae su manteca, uno de los emolientes más populares a la hora de hidratar cara y cuerpo, especialmente zonas como labios y talones, que se resecan con mayor facilidad. El alto contenido de lípidos también le asegura propiedades suavizantes sobre la piel.
Regenerante Por su riqueza en linolina, el cacao también es recomendado para regenerar las pieles secas y las deterioradas por la radiación ultravioleta y otras agresiones del ambiente. En estos casos se aconsejan las mascarillas faciales de cacao. Para ello se deben combinar 100 gramos de cacao en polvo con una cucharada de aceite de oliva, agregar crema de leche y revolver hasta formar una crema espesa. La mezcla debe dejarse actuar por 15 minutos en la piel y después retirar con agua tibia.
Reafirmante y reductor El alto contenido de flavonoides que tiene el cacao también ayuda a reducir la inflamación de los vasos sanguíneos, lo que explica que hoy también sea considerado en productos y tratamientos anticelulíticos y reductores. Esto, porque al mejorar la microcirculación es capaz de devolver la firmeza y ponerle fin a la piel de naranja. Asimismo, se estima que posee propiedades lipolíticas; es decir, que destruyen los adipositos de grasa.
Baños de chocolate Además de encontrarlo en diversas fórmulas cosméticas, sus virtudes y su uso con fines estéticos han dado origen también a la llamada chocoterapia. Ésta utiliza las propiedades antioxidantes y reconstituyentes del cacao para reconfortar el cuerpo y retrasar el envejecimiento de la piel, dejándola más suave y tersa. Es así que hoy podemos encontrarnos en Santiago con spa y centros de estética en donde se realizan baños y envolvimientos de chocolate, tratamientos similares a los que posee el exclusivo Hotel-Spa Hershey en Pensilvania, Estados Unidos, que ofrece masajes a la vaina de cacao y al mousse de chocolate.
La cosmetóloga María Angélica Contreras es una de las que realizan este tipo de tratamientos, y al respecto explica: "Las terapias con chocolate tienen propiedades hidratantes, tonificantes, regeneradoras y revitalizadoras sobre la piel. Además, ayudan a remineralizar la epidermis, gracias al potasio, fósforo y magnesio que éste contiene".
Las envolturas de chocolate se hacen con un mousse especial sobre la base de derivados del cacao, el que después se extiende con un masaje por todo el cuerpo para luego cubrir con una manta que favorece la absorción de sus componentes nutritivos y revitalizantes.
Este tipo de tratamientos son especialmente recomendados para pieles con celulitis y adiposidades localizadas, ya que el cacao ayuda a mejorar la elasticidad de la piel y a combatir la flacidez al estimular los fibroblastos, que son los responsables de producir colágeno y elastina de calidad.
En el caso de los tratamientos faciales, explica la cosmetóloga, el cacao puro ayuda a compensar la descamación de la capa córnea, y los flavonoides del chocolate contribuyen a desintoxicar la piel. "Las máscaras de chocolate ayudan a humectar las pieles secas y dañadas, tonificar los cutis estresados, reponer la energía térmica después de la exposición al sol, y remineralizar el metabolismo enzimático por los oligoelementos que contiene".
Otra forma de aprovechar las propiedades de la chocoterapia son los masajes al chocolate. Se trata de un masaje corporal tradicional que se realiza con aceite al chocolate, con lo que se asegura un efecto relajante y revitalizante al mismo al tiempo, y que deja la piel más suave, nutrida y ligeramente perfumada. Incluso hoy en día hay centros de depilación que ofrecen la alternativa de usar cera al chocolate, la que por estar enriquecida con este derivado del cacao resulta menos irritante y entrega humectantes y nutrientes a la piel.
Por último, y más allá de los beneficios a nivel cutáneo, al cacao y al chocolate también se le reconocen propiedades estimulantes, capaces de reanimar y reconfortar el cuerpo y estado de ánimo. Y es que su sabor es capaz de incrementar el nivel de serotonina en el organismo, sustancia con propiedades calmantes y que aumenta la sensación de bienestar.