Llamó la atención cuando a poco de iniciarse el año legislativo fue la única diputada opositora que participó en la inauguración del monumento a los tres profesionales comunistas degollados en dictadura y cuyos cuerpos fueron encontrados en las cercanías del aeropuerto internacional de Santiago.
Sin embargo, para la diputada Karla Rubilar, miembro de RN, ello no debiera llamar a sorpresa. Es más, lamenta que la izquierda crea todavía que los derechos humanos son patrimonio sólo de ellos y no de la derecha.
Electa con más de 29 mil votos por las comunas de Renca, Huechuraba y Conchalí, supo retener para la oposición –y eso que muchas pensaban que era imposible- el cupo que líder gremialista Pablo Longueira tenía y dejó para ser senador. Junto a los votos de su compañero de lista, el UDI Álvaro Cruzat (hoy gerente de Colo-Colo), impidieron el doblaje.
A sus 29 años, se declara liberal, mucho más que su madre, militante de la UDI y alcaldesa de Renca, Vicky Barahona. Casada, con un hijo, por el momento ha resuelto focalizarse en sus nuevas tareas, postergando para más adelante la posibilidad de agrandar la familia.
-¿Cómo te llevas con tu madre?
“Bien, muy bien, ningún problema (se ríe). Ella es súper tolerante, nunca me hizo problemas porque yo era de RN, siempre ha dicho que ha criado hijos libres que toman sus propias decisiones y además, siempre para la talla ha dicho que
tampoco me he corrido tanto”.
-No le saliste comunista.
(Carcajada) “Claro, aunque me querría igual”.
-En los momentos más álgidos de las relaciones UDI-RN, ¿ustedes también se comportan como el perro y el gato?
“No, para nada, nosotros somos la Alianza perfecta, con nosotros no es necesaria la Alianza Popular, con nosotros la unión es total” (dice riéndose).
-¿Qué explica que las dos militen en partidos diferentes?
“Creo que las historias de vida. Ella en sus inicios fue directora de salud de un alcalde UDI con el cual se hacen muy amigos y que, de una u otra forma, la empieza a llevar al partido y posteriormente le da oportunidades para que sea candidata, la UDI es el partido que la acoge y donde tiene sus amigos. Eso se produce en una forma natural.
“En cambio, la mía es distinta. Siendo que a una la forman en el mundo de la derecha, para mí, RN tenían figuras y liderazgos que me llamaban mucho la atención -incluso más que en la UDI- como la Lily Pérez, Sebastián Piñera, Andrés Allamand. Ellos me producían mucho estímulo, sobre todo cuando Piñera tomó la dirección de RN y le dio oportunidades a los jóvenes con un liderazgo muy dinámico. Me siento más representada aquí y probablemente influyó que no me sentía tan cercana al gobierno militar y RN se inclinaba más hacia el centro. Sentía que era un partido bisagra destinado a juntar los polos”.
-Eres de las nuevas generaciones, ¿ya no sientes ningún vínculo con Pinochet y el gobierno militar?
“No me siento ligada al gobierno militar. Puedo analizar lo bueno y lo malo de ese gobierno; creo que tuvo cosas muy buenas en ampliar espectros individuales y de la economía, pero me declaro muy crítica de las actuaciones que tuvieron en la violación de los derechos humanos. Fue un error grave, las diferencias ideológicas no deben ser tratadas así y eso no debió haber pasado”.
-¿Eso te distingue de la juventud de la UDI?
“Creo que ellos, de una u otra forma, tienen una mayor ligazón al gobierno militar. Creo que uno tiene que analizar los gobiernos en su justa medida y creo que el gobierno militar tuvo cosas malas que no debemos avalar. Se puede entender que fue un contexto y, probablemente, quienes lo vivieron podrán evaluarlo distinto, pero hay cosas que no se transan como el respeto a los derechos humanos”.
-¿Por qué llama tanto la atención que aparezcas en un acto de recuerdo de los tres degollados comunistas?
“Increíble. Creo que muestra que hay cosas que todavía no se superan. En RN se han dado pasos en el tema de derechos humanos, pero así y todo hay una división y pareciera que la Alianza se hubiese excluido de esto y por eso, sorprende que uno aparezca en un acto de este tipo.
“De alguna forma es como si los derechos fueron o sean hasta el día de hoy propiedad de la izquierda”.
-¿Que la izquierda considere el tema su patrimonio indica poca renovación?
“Sí, no todas como Tucapel Jiménez que tiene una apertura de mente increíble y ha sido tremendamente acogedora. Probablemente los políticos más antiguos de la izquierda no han renovado su planteamiento. Hay que ser súper claros, los derechos humanos no son patrimonio ni de la izquierda ni de la derecha, las violaciones a ellos y a la democracia son características de los regímenes totalitarios y de esos hay de derecha y de izquierda. Veamos las dictaduras de izquierda como Cuba y China donde se violan los derechos humanos; con ellos no se debiera tener doble discurso, avalarlo o hacer oídos sordos porque es más cercano a mi planteamiento. Éstos son condenables tanto de izquierda como de derecha”.
-¿El tema valórico es lo que hace la diferencia hoy entre izquierda y derecha? Porque en lo económico o social llevan casi las mismas banderas.
“A ver, creo que en eso hay diferencias, en cómo llegar a las cosas. Todos estamos de acuerdo en mejorar la salud, la educación, superar la pobreza, el cómo hace eso. Nosotros respetamos al individuo y creemos que él tiene una responsabilidad importante en lograr sus objetivos y que se le tienen que dar las herramientas y oportunidades necesarias para que como individuo logre realizarse, van a haber algunos que lo logren y otros no, debiéramos tener un piso desde el cual todos pudieran saltar al máximo de sus capacidades. En cambio, el pensamiento socializante o de izquierda habla mucho de un Estado máximo, protector total, que toma las decisiones por las personas, que postula cobertura mayores, en eso cae en el existencialismo. Nosotros creemos más en el emprendimiento, los otros son bastante más limitantes del individuo”.
-¿Y lo valórico?
“Esto tampoco es tema de la Alianza o la Concertación. A lo mejor entre la UDI y RN y adentro de ellos hay discrepancias en los temas valóricos, como se da también entre los PPD y la DC. Se está viviendo con el caso de la eutanasia, donde les quedó la escoba.
“Hay personas que nos planteamos abrirnos a la discusión de los temas valóricos, creo que en RN esa apertura existe”.
-¿Tú eres valóricamente más liberal?
“Sí, con sus cosas conservadoras. Más liberal en el sentido de que creo que se pueden discutir ciertas cosas y que se deben dar esos espacios, aunque lleguemos a la conclusión de que por ningún motivo se debe dar ese paso como legalizar el aborto terapéutico. Eso, pero después de que se haya hecho una discusión”.
-¿Cómo con la píldora del día después?
“Estoy a favor de ella… ahora, estoy convencida de que no es abortiva. Me da un poco de risa, se le declaró culpable sin que se haya probado que era culpable, no se ha probado que es abortiva. Se lleva al tema, que es meramente científico, al campo valórico porque estamos hablando de embarazo adolescente, igualdad.
“Estoy a favor de la píldora, obviamente, en un contexto: que vaya con consejería, paternidad responsable, porque tampoco es la panacea. Como anticonceptivo es re malo, por lo tanto, no se le puede vender como la última chupa del mate. Y también queremos una sociedad donde se transmitan valores como la familia, respeto, relación padre e hijo”.
-¿Qué te parece que se pueda vender libremente en el barrio alto?
“Encuentro que es vergonzoso. Si en el barrio alto se puede acceder porque se tiene dinero, se valida, incluso aquellos que piensan que es abortiva, porque se la puede comprar. No, eso no tiene sentido”.
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