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Claves para lucir una piel saludable en la menopausia

Dermatólogos de toda Latinoamérica se reunieron hace poco en Santiago, sin dejar pasar la ocasión de debatir sobre las diferentes terapias que existen para combatir el envejecimiento.

30 de Junio de 2006 | 15:52 |
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Soya, vitamina C, hormonas... la lista puede ser larga cuando se trata de buscar la fórmula de la eterna juventud. Y aunque el elíxir mágico no existe, los investigadores no paran de sacar estudios que avalan o desestiman las diversas terapias para retardar el paso del tiempo.

Hace pocos días, especialistas del continente -congregados en Santiago para la Reunión Anual de Dermatólogos Latinoamericanos- dedicaron varias sesiones a un tema que se viene: en los próximos 45 años en Latinoamérica se estima que habrá entre 50 y 70 millones de mujeres con déficit estrogénico en climaterio. Y es sabido que la caída violenta de estrógenos en esta etapa de la vida está muy vinculada -aunque no sea el único factor- al envejecimiento del organismo y, por lo tanto, también de la piel.

La razón de esto último es que "las células más importantes de la piel (queratinocitos, fibroblastos y melanocitos) contienen en su interior receptores para estrógenos. Es decir, son células estrógeno-dependientes y por ende están ligadas a las alteraciones que sufren los estrógenos en el transcurso de la vida", explica el dermatólogo boliviano Juan Carlos Diez de Medina.

Primeras evidencias

Por lo mismo, la Terapia de Reemplazo Hormonal (TH) -junto con disminuir la sintomatología en general de todas las molestias de la menopausia- otorgaría de paso ciertos beneficios a la piel. Tales como mejorar la sequedad y el grosor de la piel, aumentar las fibras elásticas y el colágeno tipo III, detener la caída del pelo, entre otras cosas.
No acelere el daño
El envejecimiento responde a diversos factores: el hormonal (baja de estrógenos), la edad cronológica, el aspecto genético y los factores externos. Estos últimos aceleran mucho el proceso y entre ellos destacan el estrés, cigarrillo, alcohol y, en especial, el sol. Más aún durante el climaterio, dice el dermatólogo Juan Carlos Diez de Medina, en que las mujeres quedan más sujetas al fotodaño, "pues los estrógenos también tienen un efecto protector contra el sol". No se exponga al sol de forma abusiva y use pantallas de amplio espectro. Una de factor 20 reduce las especies radiactivas de oxígeno en 55% cuando se coloca 2 mg por cm cuadrado, pero la gente en promedio aplica entre 0,5 y 1,5 mg.

La ginecóloga Paulina Villaseca, de la U. Católica y de la Sociedad Chilena de Climaterio, aclara que son resultados basados en estudios pequeños. Pero sí hay acuerdo en que cuando la mujer fuma, todas estas potenciales ventajas de la TH en la piel se pierden.

La TH no se usa de por vida, tampoco está indicada para todas las mujeres ni es prescrita para rejuvenecer el aspecto facial. El consenso mundial la acepta para tratar trastornos severos del ánimo y del sueño, alteraciones de memoria, bochornos y osteoporosis, entre otros problemas.

Por lo mismo, cada día se analizan otras alternativas: los fitoestrógenos son una de ellas.

Éstos son compuestos naturales presentes en algunos alimentos y plantas que, aunque no actúan con la misma potencia, cumplen una función similar a los estrógenos. Los más estudiados y usados en clínica son las isoflavonas, cuya fuente principal sería la soya. Sus defensores dicen que basta apreciar la tersa piel de mujeres postmenopáusicas orientales, que en su dieta consumen 200 mg. diarios versus los 5 mg. de las occidentales.

En estas latitudes, dice la dermatóloga de la Universidad de Chile María Isabel Herane, se pueden tomar comprimidos, ingerir alimentos con soya o usar cremas. "Las pacientes con antecedentes de cáncer de mamas no deben tomar fitoestrógenos, pero si no existe ese antecedente, se pueden ingerir dos tabletas al día". Admite que faltan más estudios, pero que en la medida que no dañe la salud, "nada se pierde con intentarlo. Claro que no hay ningún compuesto o crema que rejuvenezca, sólo retardan el daño".

El doctor Diez de Medina ha usado en Bolivia crema con genisteína (el fitoestrógeno de la soya) en una treintena de mujeres. Tras 16 semanas aplicándola en rostro y cuello por las noches, "el 90% mostró, en una evaluación dermatológica, una discreta mejoría de arrugas finas, elasticidad y turgencia".

Respecto de los antioxidantes, la doctora Herane afirma que lo más estudiado es la acción de la vitamina C y E, sobre todo en su uso tópico. "La vitamina E protege el componente lipídico y la C, el acuoso. Tienen un efecto antienvejecimiento, pero en concentraciones adecuadas, prescritas por dermatólogos".

Y si de tabletas se trata, no hay que abusar. "Excederse con cualquier cápsula, por inocua que parezca, puede dañar. Hay vitaminas como la A que pueden intoxicar", agrega la doctora Villaseca.

Ella comparte la idea del dermatólogo argentino Fernando Stengel, quien en la reunión de expertos aseveró: "Llegan señoras con sobrepeso, sedentarias, que abusan del sol, que beben alcohol, con estrés emocional y falta de sueño. Y nos quedamos tranquilos dándole antioxidantes. Recetamos mucha crema, cápsulas y poco estilo de vida".

Por eso, el llamado de la doctora Villaseca es a llevar una vida equilibrada: dieta rica y diversa en frutas (con cáscara) y vegetales frescos de todos los colores. Asimismo, cuidarse del sol y hacer ejercicio. "Éste mantiene la tonicidad muscular, mejora la circulación y por ende, la nutrición del cuerpo, lo que evita una serie de factores que son nocivos para muchos sistemas corporales".