SerJoven nace de la idea de un grupo de primera línea de pediatras del Calvo Mackenna, en la década de los '80, encabezada por el doctor Federico Puga. Empiezan a ver hacia donde fluirían las líneas de la pediatría en el futuro, viajan al extranjero y ven que los hospitales, especialmente en Estados Unidos, estaban llenos de adolescentes por patologías psiquiátricas, trastornos de la conducta alimentaria y todos los enfermos crónicos (diabéticos, enfermos renales, oncológicos).
Se dieron cuenta, entonces, que la pediatría que se usaba en Chile, y que atendía hasta los 15 años, estaba totalmente obsoleta. "Existía y existe aún un grupo que no lo ha tomado nadie en términos de control de la salud y que recién empieza a desarrollarse como otras líneas tan importantes como la de transplante de médula ósea, por ejemplo", dice Verónica Gaete.
Para ello, generaron un proyecto que liderado por Matilde Madaleno - en el que también participaba Ramón Florenzano- para atender adolescentes que se ejecutó en el consultorio "La Faena" de Peñalólén. Era un proyecto financiado. Cuando el dinero se acabó, se pensó que el modelo fuera replicable en la atención primaria (los consultorios) pero no resultó y finalmente se independizaron y se trasladaron a Lo Barnechea para continuar con el proyecto. Partieron en una casa pequeña y hace tres años tienen un centro interdisciplinario del adolescente, en Raúl Labbé 13.649.
Hasta ahora han tenido el apoyo de AMICAM (la Corporación de amigos del Calvo Mackenna), que los han financiado durante estos años, pero están en un proceso de autonomía progresiva y por eso crearon la Corporación SerJoven, de la que la pediatra es la directora ejecutiva. Hace poco, también reciben apoyo de la municipalidad de la comuna.
"Nuestro sueño es ayudar a desarrollar integralmente, a prevenir problemas de salud y a tratar a este grupo que está tan abandonado por la sociedad y que, desgraciadamente, hasta ahora, sea el grupo más relegado de la sociedad, del punto de vista de la intervención en salud", dice.
-¡Claro! No son ancianos ni minusválidos, ni enfermos, ni desnutridos.
"Sí, están como invisibilizados en el sistema, porque éste no ha tenido la sensibilidad para verlos. Las clásicas estadísticas en salud que tienen que ver con mortalidad o problemas no muestran la gran cantidad de problemas que tienen los adolescentes hoy en día".
-Y que tiene un gran costo social.
"Claro, como el embarazo adolescente, la drogadicción, los trastornos de conducta, la depresión, el suicidio, la violencia, el abuso, los problemas alimentarios como la anorexia y la bulimia… suma y sigue… la misma obesidad. Son muchos problemas que producen un enorme sufrimiento durante la adolescencia, pero que también van a generar adultos con muchas dificultades".
La "adolescentóloga" insiste en esta idea y agrega: "¿Cuándo nos preocupamos del adolescente? Cuando caen en la delincuencia o cuando ya llegaron al límite. Ahí nos alarmamos y decimos cómo puede ser que hayamos llegado a esto. Pero resulta que no hemos sido capaces, como adultos, de preocuparnos activamente por el bienestar de ellos, de ir a pesquisar cuando recién están iniciando las conductas de riesgo; darles el apoyo necesario para que no lleguen a dañarse".
-Pero no es muy ambicioso hablar de "los adolescentes" cuando la Corporación sólo atiende a los jóvenes de Lo Barnechea?
"Todo esto que ves lo hemos hecho a pulso, a costa de un esfuerzo horrible, porque no ha habido apoyo del sistema público que, todavía, está súper ciego respecto a este tema; incluso las clínicas privadas han empezado a abrir centros para adolescentes con mucho éxito y el Estado, nada.
"Nuestro sueño contingente es dar todos los servicios integrales a los chiquillos que viven, trabajan o estudian acá en Lo Barnechea. Pero tenemos un sueño más grande que es que ojalá, pudiéramos ser facilitadores o inspiradores de que hayan centros como éste en otras partes del país".
-¿Qué están haciendo para cumplir ese sueño mayor?
"En primer lugar solidificando el trabajo aquí, demostrando que sirve. Pero a la vez, generando formas para que esto se extienda, a través de la docencia, formando pediatras para que aprendan cómo atender adolescentes; que ésa sea su especialidad, porque ahora existen apenas cinco formados en la Universidad de Chile".
-¿Cómo se forma un especialista en adolescencia?
"En este momento debes haber estudiado medicina, luego haber hecho la beca de pediatría (tres años) y después dos años más en adolescencia, que tiene un año en psiquiatría y salud mental, varios meses en salud sexual y reproductiva, en endocrinología, en dermatología; en general, en los problemas más comunes de los adolescentes. Este año tenemos nuestra primera becada y esperamos dos para el próximo".
-Pero me refiero a SerJoven, no a la Universidad de Chile.
"Nos interesa que si hay otras comunas que quieran replicar esto, ayudarles a formar a su gente o asesorarlos. Esto puede tener muchas otras utilidades… nos interesa apoyar en muchos otros lugares, proyectos como éste".
El equipo lo constituyen 12 personas, entre médicos, psicólogos, nutricionistas, enfermeras y matronas. "Gente de gran calidad y que está constantemente perfeccionándose, con un gran empuje".
-¿Cuál es la respuesta de la comunidad?
"Maravillosa. Tenemos chiquillos que los traen sus papás, derivados de los colegios o que vienen porque ellos mismos quieren. En todos los ámbitos hemos tenido una respuesta increíble, tanto así que tenemos una lista de espera enorme. Hay cerca de 60 chiquillos esperando y no podemos atenderlos, porque estamos absolutamente copados. Eso te da un indicio de la valoración que nos tiene la comunidad. Somos amigos de ellos y les damos confianza, que es la base para poder ayudarlos".
Desde que ingresan, alrededor de los 10 años y egresan del centro, justo el día antes de cumplir los 20, los trata un mismo equipo interdisciplinario, por lo que se generan lazos muy fuertes que ayudan a que el trabajo con el adolescente fluya de mejor manera.
Además, es gratuito para la gran mayoría, pero hoy, como deben financiarse, se está cobrando el arancel Fonasa mínimo, aunque sólo a quienes lo puedan pagar. No quieren que nadie deje de acudir por plata.
"Aquí se da la misma atención que en la mejor clínica privada de Santiago", asegura y agrega "para mí éste es mi gran proyecto de vida. Siempre he dicho que de aquí me sacan con los pies pa' delante".