Días antes de que se cumplieran los 100 días de mandato, Junji e Integra cumplieron con la meta de las 200 salas cuna prometidas en campaña por la Presidenta y, es más, superaron la cifra en 20. Lo logrado es fruto del esfuerzo conjunto de ambas instituciones.
"Ha pasado algo muy importante: dejamos de competir. Éramos instituciones que, de una u otra manera, teníamos celos profesionales. Después de asumir, Yasna y yo tuvimos una reunión y decidimos que lo importante eran los niños del primer y segundo quintil (0 a 3 años11 meses) y que nuestros organismos son sólo herramientas para trabajar con ellos".
Hicieron un catastro de todo el país, vieron dónde se requería priorizar y dónde había que construir. Los primeros cien días de gobierno significaron, fundamentalmente, habilitación de locales que aportaron el Hogar de Cristo, otras fundaciones o la empresa privada. "En base a eso, planificamos el trabajo y vimos que asumíamos cada una y en qué localidades", dice.
-¿Contenta?
"Ha sido un trabajo muy importante y muy enriquecedor para ambas instituciones. En algunas regiones subsisten todavía los celos profesionales, pero no podemos cambiar todo de un día para el otro".
-¿Los recursos los entrega sólo Hacienda?
"Sí, ya los entregó para las 800 salas cunas. Pero nosotros hemos hecho un llamado a las asociaciones, fundaciones, municipios para que aporten con locales o terrenos que tengan; en ese sentido, significa que podemos hacer rendir mejor los recursos estatales.
"Hemos tenido experiencias muy bonitas con la empresa privada, por ejemplo en el valle de Casablanca, los viñateros construyeron una sala cuna que se la donaron al Hogar de Cristo y nosotros hacemos la transferencia de fondos para toda la operación. Lo mismo con el Banco de Chile en Iquique, que entregó un jardín infantil completo maravilloso; realmente es una cosa que nos quisiéramos para todos nuestros niños".
Agrega que han hecho un llamado a la empresa privada "para que se ponga con la infancia, porque creo que no tiene que ver con el sueño de darle hoy atención a todos los niños, sino tiene que ver con construir un mejor futuro país".
-¿Cuánto ha aumentado la cobertura de la infancia?
"En 36 años este país ha entregado una oferta pública del 4 por ciento; este año vamos a crecer al 12,6 por ciento. Estamos haciendo una proyección de lo que esperamos atender y lo que es posible atender al final de los cuatro años de gobierno.
"Nosotros tenemos menores de tres años, en el primer y segundo quintil, alrededor de medio millón de niños; eso significa construir 8 mil salas cuna; lo que es imposible en este momento, no hay recursos, pero sí hay otros programas que queremos discutir más a fondo, porque no todos los niños requieren estar todo el día en un sala cuna, sino desarrollar distintas maneras de estimularlos en todas sus potencialidades".
-¿Qué pasa con los niños de clase media, que no reciben recursos del Estado y que, muchas veces, tampoco pueden acceder a los jardines o salas cuna particulares?
"Ese es un tema que queremos abordar, por lo menos haciendo algunas experiencias, porque tiene que haber una respuesta para la clase media. En este momento el país tiene dos ofertas: una que es cero pesos y otra que cobra entre 110 y 120 mil pesos, mínimo; entonces, es un desafío país enorme. Uno prioriza en ciertos sectores, pero la política pública tiene que ser para todos".
-¿Igualdad desde la cuna?
"Por supuesto, de eso se trata, pero estamos recién comenzando y nos queda muchísimo. La igualdad desde la cuna debe ser desde que la mujer empieza a procrear. La madre atendida en un centro de salud familiar tiene que tener las mismas condiciones que la que va a un médico particular y se atiende en una clínica del sector oriente… ahí también hay todo un trabajo que hacer.
"Por ejemplo, en los sectores populares tenemos un porcentaje mínimo de hombres que participan del parto de su mujer, contra más de un 70 % que participa en las clínicas; eso indica algo… un niño que es tomado por su padre al nacer es distinto, pero no sólo eso, el hombre valora su paternidad de distinta manera… ¡es impresionante! ¡Hay miles de cosas que hacer!"
El horario de las salas cunas es hasta las 16:00 horas, pero hay extensión horaria para las madres que trabajan, hasta las 19:30 o 20:00. "Obviamente ni tú ni yo ni las señoras de las poblaciones salen de su lugar de trabajo a las cuatro de la tarde". Durante la jornada se les entrega alimentación completa a los menores y "las 220 salas cuna entregadas no tienen nada que envidiarle a las particulares en infraestructura", acota.
-¿Ha costado conseguir personal?
"Mira, el primer problema que es tenemos una planta rígida; segundo, los sueldos son bajos. Pero estamos en eso; ahora vamos a empezar a contratar gente.
"Ahora, el país tiene un problema, que no tenemos especialistas en primera infancia, tenemos cada vez menos. Actualmente, dentro de la malla curricular, no existe énfasis en la etapa de 0 a 2 años; por lo tanto, debemos ponernos a capacitar rápidamente. No sólo es importante saber si el niño hace o no 'pinzas', sino seguir su mirada, estar atentos a cómo va su sociabilidad".
Varios son los programas que se han echado a andar, como los manuales de estimulación temprana que usan educadoras y padres; la experiencia de reunirse una vez al mes en los centros de salud con los niños que no asisten al jardín y sus padres, con seguimiento en la casa; también el programa radial que lee cuentos y entrega herramientas para desarrollar actividades después en las ludotecas (salas de juego) instaladas en varias partes del país; así mismo, educadoras que recorren el país yendo a las casas de los niños de los poblados más alejados para ayudar a los padres a estimular a sus hijos y para evaluar cómo va resultando. En fin, son muchas las cosas que se están haciendo y que tiene a Estela muy contenta y orgullosa, pues insiste en su teoría que infantes desarrollados y estimulados contribuyen a una mejora sustancial de la sociedad en unos años.