No hay nada peor que las rupturas. Sí, todos sabemos que terminar una relación tiene sus costos, pero éstos pueden ser mayores dependiendo de la forma y grado de la pelea.
El proceso, sin embargo, puede ser iluminador. Cuando el lazo se está trizando uno logra ver con mayor claridad, los pro y los contra de estar juntos. Bueno, eso es lo que pasa la mayoría de las veces.
Brooke (Jennifer Aniston) es la típica chica citadina que mantiene, supuestamente, una idílica relación con el simpático de Gary (Vince Vaughn) y ambos han armado un fabuloso departamento donde reciben a sus amigos.
Las cosas parecen ir bien, hasta que los más pequeños detalles de la convivencia, comienzan a verse o interpretarse como los grandes temas de la relación. Y bueno, cuando no hay posibilidad de conversar con calma -practicar lo que los terapeutas de pareja denominan la comunicación- es poco probable que las cosas se encaminen bien.
En la comedia “Viviendo con mi ex”, Brooke y Gary nos enseñan de manera cruda y realista que es casi imposible cambiar a las personas y que lo que debe tenerse en cuenta es que cada uno debe ceder y estar dispuesto a entregar todo lo posible para que las cosas funcionen. Pero siempre teniendo en cuenta que nadie está obligado a lo imposible.
Sin ser una gran obra de cine, la película puede resultar un buen ejercicio para descubrir y analizar cómo está funcionando la propia relación y hacer los cambios a tiempo. Es más, al igual que a Alter y Gary, la ocasión puede ser una excelente oportunidad para crecer y madurar.
Todos los detalles de esta película (que se estrenó el 3 de agosto), con sus imágenes y soundtrack los puedes encontrar en
el sitio web.
PD: Es interesante ver a Jennifer Aniston protagonizando una película donde el tema central es el término de una relación amorosa, más cuando fue la primera que filmó después de que su ex esposo Brad Pitt la dejara por Angeline Jolie.